CIDUAD DE MÉXICO, septiembre 4 (Agencias)
Aunque aún es adolescente, Elle Fanning (Atlanta, Georgia, 1998) parece haber conquistado Hollywood. Su debut en cine lo hizo a los dos años y medio de la mano de su hermana mayor, Dakota. Ambas encarnaron al mismo personaje en diferentes edades en “Yo soy Sam” (2001), y desde entonces no ha dejado de trabajar.
Su carrera se consolidó con apariciones en cintas independientes aclamadas por la crítica, como “Somewhere”, de Sofia Coppola, y “Ginger y Rosa”, de Sally Potter; pero también participando en grandes éxitos de taquilla, como “El curioso caso de Benjamin Button”, “Super 8” y “Maléfica”.
La actriz ha incursionado además en la industria de la moda, y ésta es la esfera que explora como protagonista de “El demonio neón”, la más reciente película de Nicolas Winding Refn, que tanta controversia causó en Cannes y que llega a las pantallas mexicanas este fin de semana.
En la cinta, Elle interpreta a Jesse, una joven aspirante a modelo de alta costura que llega a Los Ángeles y causa un impacto terrible, con devastadoras y violentas consecuencias para otras mujeres que forman parte de la industria, encarnadas por las actrices Jena Malone, Bella Heathcote y Abbey Lee. El reparto lo completan Keanu Reeves, Alessandro Nivola y en actuación especial la despampanante Christina Hendricks.
Acabas de cumplir 18 años y ya eres una estrella de cine, ¿cómo sucedió esto?
Mi hermana Dakota y yo nos pasábamos la vida disfrazadas y montando obras en nuestra casa de Georgia. Mi mamá se dio cuenta y escuchó a quienes le recomendaron que nos llevara a Nueva York o Los Ángeles. Así que Dakota y mi madre vinieron a California, mientras mi padre y yo nos quedábamos en Georgia. Cuando finalmente decidieron que nos trasladaríamos a vivir a Los Ángeles, fue cuando yo comencé. Al principio hice simplemente lo que cualquier bebé haría, pero ya he crecido. En cualquier caso, siempre supe que era algo divertido a lo que me gustaría dedicarme de por vida, y ahora que soy mayor me lo sigue pareciendo. Es fascinante ponerte en la piel de alguien más, de otra persona que sabes que no eres. Sigue siendo un juego estupendo al que me gustaría jugar toda la vida.
¿Así fue como te acercaste al personaje de Jesse en “El demonio neón”?
Jesse es una chica inocente, pero también, como lo dice en el guión, es una chica peligrosa. Tiene esta dualidad dentro de ella: luz y oscuridad. Para mí fue fascinante asomarme a un personaje así porque es completamente distinta a todo lo que he hecho hasta ahora. Creo que no hay muchos personajes así en la vida de una actriz. Entonces fue algo que quise hacer de inmediato.
¿Te han inspirado otras actrices?
Sí, en cierto modo. Por ejemplo, amo a Elizabeth Olsen, en “Martha Marcy May Marlene”, y a Natalie Portman, en “Black Swan”, o todo lo que hace Jennifer Lawrence. Ellas son increíbles y pensé que esta era mi oportunidad de hacer algo como lo que hacen ellas. Además, confié ciento por ciento en mi director, porque esta película es mucho más visual y él personalmente planeaba las tomas.
¿Trabajaste muy de cerca con Nicolas Winding Refn?
Sí. Me gusta aprender de todos los directores con los que trabajo. Nunca he estudiado actuación de forma académica, empecé a actuar siendo muy pequeña. Me expreso como lo siento, de manera natural. Eso le gustó a Nicolas y así se hizo la película. Jesse comenzó a tener algunas características como personaje, que en cierta forma la hacían afín a mí, y era un personaje de mi edad. Yo tenía 16 años cuando empezamos a filmar y cumplí 17 cuando terminamos.
¿Qué fue lo que más te impresionó del rodaje?
Que Nicolas iba filmando en orden cronológico: había escenas que iban a hacerse, pero luego decidió que no o las modificó en pleno rodaje. Eso me pareció novedoso. Cada director tiene su técnica. Por ejemplo, la de Sofia (Coppola) es muy diferente a la de Sally Potter, y la de Nicolas es diferente a la de Cameron Crowe. Esta película fue hecha casi toda en locación y me gustó mucho trabajar así.
La película es considerada una especie de ópera de horror y nunca habías hecho un papel así. ¿Cómo te preparaste?
Es verdad, nunca había hecho nada igual. Fue muy especial. Para prepararme Nicolas me hizo ver muchas películas, como una italiana de los años 70 que se llama “Suspiria”, y también vi “Carrie, El resplandor”, “El ansia” y una cinta francesa que se llama “El año pasado en Marienbad”, todas fueron parte de su inspiración.
¿No te inquietó la temática?
Para nada, porque sé que es un juego. No soy yo el personaje y no me afecta personalmente. Sé que son personajes y cuando actúo me cambio de chip. Pero en cuanto dicen “¡corte!”, vuelvo a ser Elle, con todo lo que eso conlleva. Cuando filmo es como si el tiempo se detuviera y fuera otra persona la que está allí. Me siento diferente. Cuando hicimos la escena del desfile de modas, por ejemplo, no era yo en la pasarela, era Jesse. Lo mismo cuando hicimos el final. Son escenas muy violentas, pero luego, cuando vuelvo a casa, me siento más madura, como si hubiera crecido con esta nueva experiencia.
¿Crees que es posible vivir una vida normal en Hollywood?
Sí, claro, yo la tengo. Mis amigos me conocen de toda la vida, llevamos juntos desde que empecé en la escuela. Y el resto es rutina: aprobar mis materias de la escuela, ponerme al día con un profesor particular si estuve un par de meses fuera, etcétera. Todo muy normal.
¿Y la fama? ¿Es difícil llevarla siendo tan joven?
A mí no me causa muchos problemas. A veces me piden fotos cuando viajo. Y me gusta, porque hasta hace poco me confundían con mi hermana, pero luego de filmar “Maléfica” empezaron a saludarme con mi nombre. Me encanta ser yo misma.
Conoces las historias de terror de las celebridades jóvenes que queman sus carreras…
Sí, mis padres siempre nos hablaron con la verdad y nos dijeron que en esta carrera hay muchas tentaciones, pero no voy a caer, yo estoy muy centrada y muy concentrada en lo que quiero hacer. Quiero seguir actuando, quiero diseñar moda —me encanta la moda. Erin Benach, la diseñadora de “El demonio neón” es fabulosa. ¿Viste la ropa que llevábamos? La amé. Quiero ser como ella. Y también quiero seguir estudiando ballet y aprender fotografía, también ir a la universidad y estudiar literatura. Tal vez escribir un libro.
¿Te dará tiempo para hacer todo eso?
¡Soy muy activa! (risas) Me encanta. No tengo paciencia para estar de brazos cruzados. Siempre quiero hacer cosas nuevas y aprender. Sally Potter me dijo una vez que la vida está llena de cosas maravillosas que hacer y aprender, y quiero aprovecharlo.
¿Dónde te ves dentro de 12 años, cuando tengas 30?
No sé. Actuando, supongo. Con hijos. Quiero una familia como la que tengo, y poder decir que he hecho lo que quería sin quedarme atorada y frustrada porque tuve miedo. Me gustaría tener el valor de hacer lo que quiera con libertad y sin desperdiciar un minuto de mi vida. Así me veo.