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septiembre 5, 2016 | 141 vistas

FILADELFIA, E. U., septiembre 4 (AP)

Los maestros en Estados Unidos han acudido a Internet para recaudar fondos a fin de asegurar los suministros de salón de clase y se han topado con una sorpresa agradable: la gente está deseosa de cooperar.

Las contribuciones a campañas de educación en GoFundMe y DonorsChoose han aumentado colectivamente de poco más de 31.2 millones de dólares en 2010 a casi 140 millones en 2015, reportaron estos sitios web. Ambos se encaminan a superar esa cifra en 2016.

GoFundMe ha recaudado 58 millones de dólares en los últimos 12 meses y DonorsChoose registró más de 50 mil campañas activas en el sitio por primera vez, en esta temporada de regreso a clases.

En su primer año como maestra de educación primaria en Kingman, Arizona, Shannon Raftery recaudó 340 dólares a través de un sitio de contribuciones pequeñas para complementar el dinero que tomó de su salario para comprar suministros de salón de clase. Ahora en Filadelfia, ella está buscado recaudar 500 dólares para su nuevo salón de clase de jardín de niños en la Escuela Primaria Roosevelt.

Comentó que tiene un director de plantel que la apoya pero que simplemente no hay dinero suficiente en el distrito de Filadelfia —notoriamente escaso de dinero— para equipar el salón de la manera que a ella le gustaría.

En su caso, ella tiene un presupuesto de 200 dólares para cubrir las necesidades de 25 estudiantes en una escuela en la que al menos 40 por ciento de los estudiantes viven en situación de pobreza. Ella gastó ese dinero incluso antes del inicio de clases después del Día del Trabajo, que se celebra el lunes cinco de septiembre.

“Prefiero gastar mi propio dinero antes que a estos niños les falte algo”, comentó. “Cada dólar ayuda”, agregó.

Pero aunque Raftery planea continuar pellizcando de cien a 150 dólares a cada uno de sus cheques de salario para cubrir las necesidades salón de clases, dijo que sabe que no será suficiente. Ella ha comprado suministros de limpieza y pintura color durazno y azul celeste para cubrir las austeras paredes blancas. Ella espera agregar sillas de playa y sacos rellenos de semillas.

“No quiero que un ambiente frío arruine la primera impresión de los niños respecto a la escuela”, dijo Raftery.

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