diciembre 15, 2024
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septiembre 6, 2016 | 160 vistas

MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — Un hombre en Minnesota confesó haber secuestrado y matado a un niño de 11 años en 1989, resolviendo el misterio de un crimen que generó nuevas leyes para evitar el abuso sexual de menores, se informó el martes.

Danny Heinrich confesó haber matado a Jacob Wetterling, cuando se declaró culpable de poseer pornografía infantil, cargos que podrían dejarlo encarcelado por décadas.

Cuando se le preguntó si había secuestrado, violado y asesinado a Jacob, Heinrich respondió: «Sí, lo hice».

Heinrich, de 53 años y originario de Annandale, guió a detectives hacia los restos del pequeño en un campo rural de Minnesota la semana pasada, dijo a la AP una fuente policial que habló a condición de anonimato. El departamento policial del condado Stearns dijo que los restos de Jacob fueron identificados el sábado.

Presentado frente a la corte, Heinrich confesó haber secuestrado al niño en un camino cerca de la vivienda del pequeño en la comunidad de St. Joseph, Minnesota el 22 de octubre de 1989. Las autoridades lo calificaron como una persona de interés en el caso cuando lo acusaron de poseer pornografía infantil.

Heinrich estuvo desde hace tiempo en la mira de la policía. Fue interrogado inicialmente poco después de la desaparición de Jacob, pero él aseguró que era inocente y no había suficientes pruebas para detenerlo. Volvieron a considerarlo al reevaluar el caso cuando se cumplieron 25 años de la desaparición del menor.

Como parte de esas gestiones, los detectives reexaminaron la violación de Jared Scheierl, de 12 años y originario de Cold Spring, nueve meses antes de la desaparición de Jacob. Los detectives sospechaban que los dos casos estaban relacionados.

Usando tecnología que no existía en 1989, los policías detectaron ADN de Heinrich en el suéter de Scheierl y usaron esa información para conseguir una orden de allanamiento contra la vivienda de Heinrich, donde hallaron una enorme colección de pornografía infantil. Había expirado el plazo para acusarle por la violación de Scheierl, pero un jurado investigador le instruyó de 25 cargos de poseer pornografía infantil.

Por lo general la AP no identifica a víctimas de agresiones sexuales, pero Scheierl ha hablado en público de lo que le pasó afirmando que le ayuda a procesar su trauma y que podría ayudar a la policía a encontrar tanto a su atacante como al de Jacob.

El caso de Jacob estremeció a la comunidad rural de Minnesota, pues muchos padres ya no dejaron que sus hijos salieran a jugar libremente. La foto del pequeño quedó grabada en la memoria de muchos habitantes del estado, donde proliferan los carteles y afiches con su retrato.

Su madre, Patty Wetterling, nunca abandonó esperanzas de hallarlo con vida. Fue una activista a favor de niños desaparecidos y junto con su esposo, Jerry Wetterling, fundó el Centro de Recursos Jacob Wetterling, que ayuda a la comunidad a prevenir la explotación sexual de menores. En 1994, el Congreso aprobó una ley que lleva el nombre de Jacob y que exige a todos los estados mantener una base actualizada de sus depredadores sexuales.

 

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