A lo largo de 17 años de carrera, Peyton Manning lo ganó todo. Dos anillos de Súper Bowl, cinco trofeos de Jugador Más Valioso, tiene prácticamente todos los récords de la posición en la historia de la NFL. Y participó en más comerciales de televisión de los que se puedan contar.
Y ahora ya no estará en el terreno de juego cada fin de semana. Comienza el primer año de la era post-Manning. Por primera vez en casi dos décadas el “¡Omaha! ¡Omaha!” no será más un grito de guerra que infundía temor en las defensivas rivales.
La llamada liga del quarterback perdió a uno de sus íconos. Para algunos el mejor de la historia, o al menos en seria discusión junto con Tom Brady, Joe Montana o Johnny Unitas, Manning deja el trono vacío a la espera de que se presente una amenaza real a todos sus récords.
Brady es, evidentemente, el sucesor natural. Contemporáneo y máximo rival deportivo de Manning, el quarterback de los Patriots de Nueva Inglaterra tiene los anillos que le faltan a Manning, pero no los récords. Si quiere todo el paquete, deberá jugar sin margen de error, lesiones o un declive en el nivel al menos tres temporadas más, es decir, hasta los 42 años de edad.
Tomando como parámetro el promedio de las últimas cinco temporadas, Brady necesitaría mantener ese paso durante poco más de dos campañas para superar a Manning en yardas aéreas. En touchdowns, la diferencia crece a 111, y se necesitarían poco más de tres calendarios. Improbable tal vez, pero Brady ha demostrado que, en su caso, no hay imposibles.
Además, juega en su contra que perderá los cuatro primeros partidos de esta temporada por el escándalo de “Deflategate”.
Pese a que todos los ojos se centran en Brady, Drew Brees de los Saints, tiene mejores posibilidades de culminar su carrera con los récords de Manning en su poder, solo necesita salud, lo que a los casi 38 años es prioridad para cualquiera.
Sin embargo, Brees solo ha iniciado menos de 15 partidos una vez en sus 14 años desde que tomó la titularidad. Brees requiere poco más de once mil yardas por aire para quedarse con uno de los más laureados récords de Manning, es decir poco más de dos temporadas de acuerdo a sus estándares. En lo referente a pases de anotación, se encuentra exactamente en la misma posición que Brady, a 111 de los 539 que acumuló Manning.
Los siguientes en la lista en activo, Eli Manning, Ben Roethlisberger y Phillip Rivers tienen a su favor la edad, no así la consistencia para ser considerados en este momento como candidatos al trono de Peyton.
La probabilidad indica que si alguien ha de romper los récords de Manning, ese jugador ya está en la liga. La batuta no tarda mucho en cambiar de dueños, así como Peyton la tomó de Brett Favre y Favre de Dan Marino.
Pero el legado de Manning va más allá de esos astronómicos números. Se trata de una revolución en una posición tanto cerebral como atlética. Se trata de ajustes y lecturas. De llevar un entrenador más dentro del campo. El legado de Manning es tanto deportivo como comercial y es, en ese sentido, donde se asoman otro racimo de candidatos, con un estilo completamente distinto.
Los jóvenes Andrew Luck, Cam Newton o Russell Wilson ya son imágenes de importantes marcas, como lo fue Manning en su momento, y en el emparrillado despliegan otro tipo de habilidades suficientes para abrirse camino al trono.