Clemente Zapata M.-
El municipio de Reynosa se satura ante el incremento en deportaciones y la llegada de inmigrantes, quienes demandan atención de las autoridades y asociaciones civiles; la Casa del Migrante “Senda de Vida” reveló un aumento de hasta el 50 por ciento en servicios ofrecidos a ese sector poblacional.
El director de esa asociación, Héctor Silva, dio a conocer que mientras en el 2015 se atendieron un aproximado de 25 mil aspirantes al sueño americano, durante el presente 2016 estiman que la cifra alcanza las 50 mil personas.
“Atendemos dos albergues que están en Reynosa, está el albergue Guadalupe y el Albergue Senda de Vida y nosotros atendemos a los migrantes, diariamente están entrando no nada más los que llegan a los albergues sino los que no pasan, está rebasando la capacidad”, dijo.
Reconoció que tanto inmigrantes que buscan ingresar a los Estados Unidos como los deportados, por las condiciones precarias con que llegan a Reynosa, se convierten en población vulnerable a perder la vida durante la travesía que enfrentan, las condiciones climatológicas, incluso la propia delincuencia que los copta o victimiza.
Ante la inseguridad y delincuencia que se vive no solo en esa ciudad fronteriza sino en el estado y país, reconoció que las necesidades que enfrentan los inmigrantes y repatriados son tantas que en muchas ocasiones aceptan ofrecimientos de parte de delincuentes para cometer ilícitos, como acto desesperado por subsistir.
“La delincuencia está en todo el país, no nada más en el estado; hemos visto que las personas que vienen deportadas se les ha ofrecido y qué podemos decir, es una persona que viene deportada y las personas deciden el bien y el mal, son personas que han decidido y por falta de dinero quedan atrapados”, explicó.
Agregó: “Hay que reconocer, son personas que tratan de llevar una vida mejor, su mentalidad es ir a Estados Unidos, sus familias están allá, no se dan cuenta de todo, la travesía que van a pasar y cuando están metidos, sin dinero; muchos lo que dicen es que no tuvieron otra cosa que hacer”.
Silva señaló que aunado a esa situación también llegan a las Casas del Migrante victimizados por autoridades norteamericanas, quienes les quitan su dinero o no les entregan su documentación completa, lo cual les dificulta posteriormente su estancia o regreso a lugares de origen.
“Hemos tenido unos 150 casos de personas que vienen deportados, que no se les entrega su dinero o no se entrega totalmente su documentación”, insistió.
Otros de los rubros que se atienden es la salud de los inmigrantes, que durante las últimas semanas en que los calores han sido intensos, han atendido a niños y adultos afectados por la insolación, o que llegan afectados por el largo viaje desde Centroamérica principalmente.
“Muchas veces decimos el crimen, pero verdaderamente hay que ver el sol, atendimos a niños que llegaban sin ayuda afectados por el sol, el niño migrante no lo van a detener, se queda a dormir en el monte, sufre piquete de animales e insolación”, señaló.
Incluso menores que durante el traslado hacia la frontera pierden a sus padres y que son ayudados por los amigos de estos, continúan el viaje y llegan a ser atendidos en la Casa del Migrante o por el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes y el DIF.