Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Por encima de las adversidades climatológicas y los bajos precios de los granos, la mayor amenaza a que se enfrenta el campo tamaulipeco proviene del burocratismo en las instancias de Gobierno, advirtió Agustín Hernández.
El Presidente de la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas (UARNT) dijo que cada vez son más las trabas a que se enfrentan los productores para poder acceder a los diversos programas de subsidio.
“La naturaleza, con su sequía, sus heladas o sus inundaciones, es un riesgo al que nos enfrentamos eventualmente, igual que sucede con los bajos precios que prevalecen en el mercado, pero eso lo entendemos porque son situaciones que no está en nuestras manos resolver.
“Lo que no entendemos es que el Gobierno federal se empeñe en colocarnos tantas trabas para poder ingresar a los programas de subsidio al campo es algo contra lo que hemos venido protestando durante años y no hay respuesta”, señaló.
Por ejemplo, se refirió a la exigencia que la Secretaría de Agricultura, Desarrollo rural, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) hace a los beneficiarios del Proagro Productivo.
“Le piden a cada agricultor que dé de alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a por lo menos un trabajador cuando el subsidio que reciba sea superior a los 30 mil pesos. Eso es una exageración, una aberración”, indicó.
Explicó que 30 mil pesos sirven para subsidiar la siembra de apenas 40 hectáreas, una superficie que el mismo beneficiario puede sembrar por sí solo sin necesidad de contratar una persona.
El requisito es obligatorio, por lo que el beneficiario debe presentar el documento de alta si es que quiere recibir el pago del Proagro.
Agustín Hernández calificó esta y otras exigencias como ocurrencias de quienes desde un escritorio inventan reglas sin siquiera conocer la realidad del campo tamaulipeco.
“Esas son ocurrencias que salen de quienes ignoran la situación del campo y que quieren resolver los problemas desde el escritorio”, mencionó.
Insistió en que mientras que el diseño de la política agropecuaria siga en manos de servidores públicos inexpertos o que nunca han pisado una parcela, las consecuencias las seguirán enfrentando miles de productores que cada año no pueden obtener subsidios.