Rogelio Rodríguez Mendoza.-
La reforma educativa es una ley aprobada y como tal se tiene que cumplir porque la ley no se puede negociar, afirmó aquí el investigador y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), Miguel Carbonell.
Entrevistado luego de impartir la conferencia magistral “Vigencia de los Principios del Artículo Tercero Constitucional”, en el patio central del Congreso del Estado, el doctor en derecho dijo que la reforma educativa era indispensable y es apenas el principio de una serie de adecuaciones constitucionales que se requieren.
Aunque se negó a opinar sobre la forma en que el Gobierno ha respondido a la disidencia magisterial, que exige dar marcha atrás a la reforma educativa, con mayor intensidad y violencia en el sur del país, argumentó que “no hago ninguna valoración política de eso”.
Sí advirtió, en cambio, que el reto más importante para el Gobierno es implementar adecuadamente la puesta en práctica de las nuevas disposiciones Constitucionales.
“La idea de que haya una evaluación y una política pública educativa que pueda ser medida en el desempeño de los docentes, es una idea con la que todos nosotros estamos de acuerdo”, dijo.
Invitado por la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ante un público conformado en su mayoría por maestros, normalistas, abogados y algunos diputados, Carbonell advirtió la urgencia de mejorar la calidad de la educación en México, para lo cual es necesario abatir grandes rezagos tanto en infraestructura, como en profesionalización de los docentes.
Por ejemplo, se requiere que como país nos adaptemos a las nuevas tecnologías, incentivando a los niños a adquirir habilidades en el uso del Internet.
“También es importante reforzar la atención en educación a las mujeres y grupos vulnerables. La ONU dice que las mujeres deben elevar el nivel educativo porque transmiten ese conocimiento a los hijos . Esto es importante, además, porque por cada año que aumenta el nivel de estudio de la mujer crece el Producto Interno Bruto”, mencionó.
Además, el Estado debe aumentar su capacidad de oferta educativa, sobre todo en el nivel profesional, porque, por ejemplo, en la Unam cada año intentan ingresar 150 mil alumnos y solo lo logran en promedio diez mil.
EL MATRIMONIO IGUALITARIO, OBLIGADO
Por otra parte, el también doctrinario consideró que la reciente marcha nacional contra el matrimonio igualitario, “fue una marcha en favor de la discriminación, en favor de la exclusión de los derechos que tienen las personas de amar a quienes quieran siendo adultos”.
Consideró que ese movimiento nacional impulsado por la iglesia no merece el respaldo de la sociedad mexicana.
“La sociedad mexicana es una sociedad plural y ese pluralismo está reconocido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así que lo que debemos hacer es acatar las leyes y respetar los derechos humanos de todas las personas “, indicó.
Además de ello, dijo, el matrimonio ya es una realidad , por lo que aquellas entidades, como Tamaulipas, que aún no lo han aprobado en sus leyes, tendrán que hacerlo.
“Esos estados que se resisten tendrán que atenerse a la ley y en el futuro tendrán que hacerlo como lo mandata la Constitución Mexicana”, finalizó.