Figura femenina excepcional con un toque de guerrera intelectual, que muestra un alma idealista, ocupada por la igualdad. Ella es el ejemplo de que toda acción tiene una reacción, con esto su hacer resuena hasta la actualidad. Promotora de fieles compromisos personales, sociales y culturales. Tamaulipeca polifacética que rompió paradigmas de género. La más distinguida tamaulipeca del siglo XX, nació en San Jerónimo de Santander Jiménez, nació el 18 de agosto de 1898. Sus padres Vicente González Garcilazo y María Caballero Garza. Murió en la Ciudad de México el tres de junio de 1986. Sus restos fueron enterrados en: “La Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres” hasta el 2012, hasta que los llevaron a “La Rotonda de las Personas Ilustres”.
En entrevista con Amalia Castillo Ledón Gregory, la nieta de Doña Amalia:
Compartió sobre la maravillosa mujer defensora de la equidad de género, lo coherente que fue con su discurso pues sus acciones repercutían en su hogar, dijo “procuraba el bienestar de sus familiares”. Entonces con esto podemos entender que haya hecho tantas cosas en pos de la equidad de género. Ella fue la primera mujer en formar parte del Gabinete presidencial.
Fundó y presidió el Ateneo Mexicano de Mujeres y el Club Internacional de Mujeres en 1932. En 1936, junto con Luz Vera, Graciana Álvarez del Castillo, Belén de Zárraga y Julia Nava de Ruizánmchez, María Ríos Cárdenas, Otilia Zambrano y Josefina Velásques, formó el Comité Femenino Interamericano Pro Democracia con la visión de divulgar los principios de la política exterior de México. Presidió la Comisión Interamericana de Mujeres, organización de Estados Americanos. En ese mismo año presidió el Comité Coordinador Femenino para la Defensa de la Patria, y represento a México ante la OEA.
Fundó la Alianza de Mujeres de México en 1952. Decretó el 17 de octubre de 1953 el derecho de la mujer mexicana para votar y ser votada, cuando Adolfo Ruiz cortines se encontraba electo.
Amalia de Castillo Ledón era muy arraigada a su gente, esto lo confirmó su nieta pues contó que “le gustaba que en sus fiestas le tocaran ‘La norteña de mis amores’ o ‘El cuerudo’, en sus fiestas no podía faltar ese amor a su tierra natal.
Un recuerdo que le es muy entrañable puesto que caracterizaba a la figura de esta amorosa mujer, es que: “tenía una frase peculiar al término de una fotografía, la cual es: ‘Que bonitos somos todos’”, comentó. Ella siempre fue una abuela muy amorosa, cuando se le preguntó sobre qué sentía de saber el renombre que tiene Doña Amalia mencionó: “Fue hasta más grande cuando pude enterarme de todo lo que mi abuela hacía, la recuerdo muy amorosa”, afirmó. “De pequeña todo me parecía normal, mi hermano se sentaba con Reyes, amigos de mi abuela, pero todo era normal”. Dejando claro que cuando se es niño de manera cotidiana se viven los asuntos de grandes, que no se tiene un juicio de qué sentir al respecto.
Doña Amalia se despidió de esta Ciudad hermosa pues “Tuvo que irse de Tamaulipas porque la perseguía el General Caballero, y se fue a la Ciudad de México escoltada por el General Ferro Segundo (al mando) de Pancho Villa”, aseguró la nieta. Es aquí donde empieza una larga historia en lo intelectual: Ella obtuvo el título de maestra normalista y estudió la carrera de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México” (UNAM). Participó en la creación de la Asociación Nacional de Protección a la Infancia en 1929. En 1945 participó en la conferencia mundial de San Francisco en plena segunda guerra mundial. Con esto intervino en la consagración de la igualdad de hombres y mujeres en la Carta de las Naciones Unidas. En 1948 fue nombrada presidenta del sector femenil del Partido de la Revolución Mexicana.
Compartió Amalia Gregory dejando ver su buen gusto y la ocupación en su presentación, dijo: “nunca estuvo peleada con la moda, cuidaba su imagen. Su fascinación eran los perfumes”, mencionó, siempre le regalaba uno. Aparte su abuela tiene creaciones literarias entre las cuales se encuentran: “Cuatro estancias poéticas y Viena”, “Sitial de la música de todos los tiempos”; Los dramas: “Cuando las hojas caen” 1929, “Cubos de noria”, “Coqueta”, “Bajo el mismo techo”, “Peligro-deshielo”, y “La verdad escondida”.
Otro punto curioso en la entrevista compartido por Amalia Gregory es que “mi abuela nunca quiso quitarse el apellido de su amado esposo para darle continuidad al mismo”, concluyó. Esto debido al amor que le tenía a su marido, le parecía importante mantener el apellido. Con este nombre hizo infinidad de cosas por ejemplo en el arte: Promovió el arte dramático en todos los niveles sociales. Organizó la primera Unión de Actores Teatrales Mexicanos y las guarderías para los hijos de locatarios de mercados. Fue miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana. Ocupó la Subsecretaría de Asuntos Culturales durante la administración de Adolfo López Mateos los años 1959-1964. En esa misma administración ella ocupó la Subsecretaría de Asuntos Culturales de 1959-1964. Gestionó el Museo Nacional del Virreinato el de Arte Moderno y de las Culturas, implementando bibliotecas y sistemas de audiovisuales en los museos. Entre sus amigos perfilaban Griselda Álvarez, Diego Rivera, Gabriela Mistral, La Doña (María Félix), entre otros grandes intelectuales de la historia.
Como también en asuntos internacionales: Fue miembro del Consejo Consultivo de Administración Pública Internacional de las Naciones Unidas (ONU). Representante del Organismo Internacional de Energía Atómica. En 1953 ministra plenipotenciaria de México, primera mujer embajadora en Suecia 1959, Suiza 1957, Finlandia 1959, Austria en 1965 – 1970 y Naciones Unidas 1965 y en 1980 estuvo como asesora de la Secretaría de Turismo.
Queda corto el significado de las palabras para referirse a Amalia G. de Castillo Ledón. Concebir alguna idea de ella es sobrepasar el amor, entrega, equidad. Plasmar en los enunciados sobre su vida es derramar una constante pasión y un infinito acervo cultural.