Alicia Caballero Galindo
I N D E P E N D E N C I A
Inundan al cielo de Anáhuac
Negros presagios de un pueblo sufrido
De hombres que bajo el yugo español
Esperan el grito de libertad y justicia
Padre Hidalgo ¡Levanta altanera su voz!
En defensa del pueblo oprimido
Nunca en su empeño cejó
Dando su vida por el desvalido
El cura Morelos la lucha siguió
No lo vio la adversidad vencido
¡Campanas al vuelo que tañen en pos!
Inunden los aires, anuncien con brío
Al fin nuestro México la libertad alcanzó.
ANTE LA BANDERA MEXICANA
Ante tu Bandera, mexicano
¡Levántate!
¡Inflama tu pecho!
yergue orgulloso la testa
y escucha fluir dentro del cuerpo
la herencia bravía de tu sangre.
Aprende a mirar tras sus colores
el doloroso nacer de nuestra estirpe
el coraje, los ideales
la esperanza……
de tantas manos que con orgullo sin par
enarbolaron el pendón de nuestra Patria.
En tiempos de opresión y de oprobios
fue tu imagen que mantuvo el sino
de un pueblo indómito,
¡Invencible!
que en lucha constante por su libertad
fue forjador de su destino.
Bajo el fiero fragor de las batallas
diste a los hombres la templanza, el brío
cuando el flaquear de sus fuerzas fue inminente
como la cegadora luz de un rayo
surge impasible
el espíritu de triunfo.
¡Cómo tiembla de rabia nuestra Historia!
cuando otra insignia nuestro cielo profanara
y otros hombres ajenos a la Patria
con otras leyes
y otros credos
el orgullo de tu raza pisotearan.
Mas enhiesta, irguióse mi Bandera
a sus pies rodaron mil cabezas
doblegóse un águila extranjera
y hoy su sombra cobija
¡Poderosa!
una tierra libre y soberana
¡Compatriota!
¡Levántate ante tu Bandera!
El tiempo de lucha tenaz aun no cesa,
la Patria te reclama ahora y siempre
mas ya no tu sangre que otrora derramaras
sino el poder de tu trabajo y tu intelecto.
No permitas jamás que otros cantares
ajenos a los ecos de tu Historia,
se aniden en tu pecho,
nublen tu memoria.
Cual sierpes venenosas murmuren en tu oído
las voces de otros héroes que aquí son ¡ nada !
¡Bandera Mexicana!
¡Yérguete orgullosa!
Con fuego esplendoroso escribe en el arcano
que son grandes tus colores y tu escudo
porque en cada corazón de mexicano
arde perenne la antorcha de la libertad.
C A M P A N A D E L I B E R T A D
Rasgando el silencio de la noche
los ecos de una campana irrumpen
y desde el templo lejano de Dolores
por el amplio firmamento cunden.
Acude hasta el atrio de la iglesia
un pueblo fuerte, templado en el dolor
opreso por la fuerza, la injusticia
pero con el alma henchida de valor.
Hidalgo, frente a la torre de su pueblo
alza su voz, vibrante, vigorosa
cimbrando el corazón que en cada pecho
vislumbra de la libertad, la aurora.
El sol asoma tras enhiestos montes
arrebolando el eterno valle
y se estremece al paso de los hombres
que en pos de la victoria marchan.
¡Viva América! ¡Muera el mal gobierno!
Preclaro grito que inunda los anales
y anuncia el emerger de las tinieblas
de una raza de hombres indomables.
Hidalgo ¡Refulge en nuestro cielo!
Elévense orgullosos Allende y Abasolo
Aldama ¡Ilustre y gran guerrero!
brillan en la historia con honor.
¡Viva nuestra paz en la victoria!
¡Vibren de la libertad los ecos!
Orgullo del pasado nuestra Historia!
Clamemos con emoción ¡Viva México!
MÉXICO ERES TÚ
¡México, yo creo en ti! ¡México, en ti no confío!
¡México de mis abuelos! México, heroica Historia
¡México, futuro promisorio y de gloria!
¡México! ¡México! ¡México!
Voz que cunde en todo el ámbito,
Seis letras que encerrar pretenden
pueblo, pasado, lucha, presente.
¡Protesta! esperanza, interrogantes
incertidumbre, añoranza, marcha constante.
Voces que surgen, que estremecen
como lava de un volcán candente.
¡No existe la justicia! ¡Qué desgracia!
¿Por qué la corrupción es una plaga?
¡El cielo, cada vez más se oscurece!
¡Hagan algo, que la violencia cese!
Voces, voces, voces que reclaman
voces que sonoras se alzan.
¡Todo está muy mal! hay mucho desorden
¡Que en las calles, nuestros derechos no violen!…
Quejas del presente, añoranzas del pasado
mas aún la voz no se ha escuchado
Que surja vigorosa y clame en el arcano
en lugar de «hagan» diga «yo haré algo»
Sin ambages al soborno se recurre
si la fila es muy larga y esperar aburre
Sin reparos ni conciencia
basura y desperdicios se riega
cuando en el bosque y en la playa
el tiempo libre se solaza.
¡Qué violenta es la ciudad!
ya no existe aquí seguridad
Sin embargo, no sabes dar la mano
cuando con angustia te están implorando
¿Por qué he de limpiar la calle?
soy el único que se fija en tal detalle.
¿Y Por qué había de cuidar el monte
aquí nadie me ve, mi acción ¡ni quién la note!
¡No trabajaré ni un minuto más de tiempo!
pues no me han de alzar un monumento.
¿Que debo siempre llegar a tiempo?
¡Y por qué yo! si otros tienen privilegio.
Y son las mismas voces que gritan
¡Que el Gobierno las injusticias corrija!
¡México, nación con futuro!
¡México, fulgurante ejemplo al mundo!
¡México! ¡México, eres tú! ¡Soy yo!
¡México somos nosotros!
Mas hay quien ve transcurrir la Historia
cual pasivo espectador, que critica y se sonroja
Tan sólo a la acción lo incita
si su plácida comodidad, alguien lastima.
Compatriota, mexicano, ¡ten conciencia!
Para construir de una nación su grandeza
es muy largo en verdad, ese camino
mas si das el primer paso, ¡has vencido!
Sé constante gota que la roca horada
tu ejemplo se tornará en fecunda cascada.
Habrás de pasar de crítico espectador
a ser de la Historia, un primer actor.
Cuando cada mexicano actúe con decisión
sintiendo que su tierra es toda la nación
y piense y haga lo que es debido
sin argumentar que otro no lo hizo
¡México soy yo! ¡México eres tú!
¡México es toda su gente!
los bosques, los valles, el desierto ardiente
Riquísimos mares que abrazan
a una tierra fértil, llena de abundancia
tierras de cultivo que habrán de sembrarse
brillantes espigas que al cielo se alcen.
Su gran territorio, cielo refulgente
glorioso pasado, controversial presente
¡México eres tú y en tus manos la victoria!
si ser el mejor cada ciudadano ambiciona
Ancestral deseo de paz y libertad
¡Tierra de mis padres! de mis hijos, el hogar
¿El México del mañana? ¡No! el mañana, ya llegó,
¡El mañana es hoy! ¡El mañana es hoy!
Y México, ¡México eres tú!
M I M É X I C O
Cristalino cielo del Anáhuac
que llamaron la región más transparente
y ha mirado transcurrir la historia
de nuestro pueblo, heroico, valiente.
Mágicas selvas, misteriosas
impregnadas con aromas de frescura
tus volcanes, majestuosos gigantes dormidos
coronados por la nieve y por la bruma.
Extensos pastos irisados por el viento
cual verdes océanos, salpicados de espigas
aves primorosas, de cantos exquisitos
playas de ensueño, que el mar acaricia.
Ríos cantarinos que ligeros corren
bajan por el risco, cual venas de plata
llevando en su cauce esperanza de vida
en arroyos cristalinos y majestuosas cascadas.
Civilización pujante, ciudades tan hermosas,
hombres y mujeres, que a marcha acelerada
corren al encuentro del progreso y la ciencia
y en aras de esta empresa, no los detiene nada.
De nuestra Patria las riquezas
paso a paso, van destruyendo
lo que un día fue vergel florido
poco a poco, se está muriendo.
¡Qué dolor llena mi corazón
cuando contemplo estremecida!
que en nombre de la civilización
lentamente es están acabando la vida.
Aquellas verdes y floridas laderas,
que mágicos bosques cubrían
de ancestrales pinos y robles,
que las nubes y lluvia atraían.
Sólo las cubre el pesado silencio
hoy, llenas de desolación
ven rodar a los titanes colosales
abatidos, por hombres carentes de corazón.
Y aquellos cristalinos caudales
que a su paso sembraban la vida
dando de beber, al peregrino sediento
alegrando todo, en valles y campiñas.
Hoy, sólo son tristes espectros
que el hombre necio ha matado
profanando su indefensa entraña
con deshechos venenosos ¡contaminando!
Y el aire que inunda los confines
y a nuestros pulmones llega
que nos permite vivir y crecer
a todo ser sobre la tierra.
¡Está impregnado de contaminantes!
las chimeneas, bocas del infierno
invaden el ambiente de impurezas
y ya no podemos mirar al cielo.
La llamada industria sin chimeneas
que en nuestras costas florece
¡invaden los océanos con basura!
Y vemos desperdicios, en vez de peces.
¡Vehículos que el ambiente ensucian!
buques que a la mar, contaminantes lanzan,
hombres carentes de visión y conciencia,
que ciegos de ambición, lentamente nos matan.
¡Rompamos el castrante grillete
de la apatía y la mediocridad!
¡Rompamos las férreas cadenas
del conformismo y la simplicidad!
¡Detén en lo alto el hacha asesina
antes de herir al añoso roble!
¡Deja que el cenzontle, tranquilo anide
y propague sonoras, por el aire sus cuatrocientas voces!
¡No robes su hogar a la fauna salvaje!
¡Déjala reinar en la selva, en el monte!
que vuelva mi Patria vestir los ropajes
de luz y de vida, de perfumes y flores.
Y aquel paraíso, inspirador de mil liras
y aquellas cañadas, testigos de amores,
renueven su verdor, su encanto, su misterio
y hagan soñar nuevamente a los hombres.
Que cada mexicano asimile, comprenda
el privilegio que el Creador nos ha regalado
al darnos un suelo, ¡prodigio de abundancia!
al que nuestro existir, estará siempre atado.
¡Hombre y naturaleza! unidad indivisible
¡México y mexicanos! dualidad maravillosa
¡Nunca permitas que tu glorioso pasado
se pierda en la bruma, de un presente que ahoga!
¡Prepárate a escribir la Historia del futuro
empuñando con valor las armas del progreso!
¡Ciencia! ¡Estudio! ¡Trabajo! ¡Libertad! ¡Justicia!
¡Amor a la tierra! ¡Amor a mi MÉXICO!
¡POR MÉXICO!
Los ecos lejanos del ahuehuete y el teponaztle
se perdieron entre los raídos velos del tiempo;
las melancólicas voces del caracol y los cascabeles
se diluyen en la bruma del pasado .
Huitzilopochtli, Quetzalcóatl y Tláloc
retornaron a cielos ignotos y lejanos
humillados por dioses ajenos.
Las esbeltas y silbantes flechas emplumadas
que cegaran vidas de fieras y bravos guerreros
fueron vencidas por los arcabuces
que como bocas de demonios
vomitaban fuego, odio y muerte
empuñadas por extraños hombres
de tez pálida y ojos claros . . .
¡Cayó Cuauhtémoc con la frente en alto!
Y la Malinche, vendió a su gente.
El ario extranjero, que viniera allende el mar
ahogó las voces, la nobleza y la bravura
de los valerosos Caballeros Tigres,
Caballeros Águilas
de piel de ébano y temple de dioses.
¡Silencio! ¡Opresión! ¡Miseria!
¡Muerte! ¡Dolor! ¡Vergüenza!
El yugo español fue colocado sin piedad;
los cuellos tobillos y muñecas
que una vez, ostentaron oro reluciente
fueron sometidos con grilletes y torvas cadenas
convirtiéndose en guiñapos humanos
¡vejados! tratados como bestias.
Las civilizaciones gloriosas
fueron sepultadas y sobre la Gran Tenochtitlán
y sobre cadáveres de guerreros, con piel de ébano
y sobre las riquezas culturales autóctonas
el español usurpador sentó sus reales
impuso por la fuerza una cultura extraña.
Fueron 300 años de de odios y muerte;
de saqueos y de horrores
abigarrado tejido donde se entrelazaron
sangre india y española
dioses extranjeros y dioses indios
que lucharon encarnizadamente por prevalecer
hasta lograr un extraño entendimiento
amalgamando sus credos y sus leyes
para dar a luz una patria nueva
una raza de titanes con ambiciones hispanas
piel cobriza y corazón de Caballero Tigre.
Árbol de la vida con profundas raigambres
que se aferró a la tierra.
Pero el soberbio peninsular europeo
posaba sin piedad su sucia bota
sobre el cuello del indio
del criollo y del mestizo
haciéndoles morder el polvo.
Gruesos nubarrones de descontento
empezaron a oscurecer el cielo
y un día aciago, la voz del cura Hidalgo
estalló impasible como un rayo
que baja del cielo para hender conciencias,
como lava ardiente que sin poderse contener,
fluye quemando todo a su paso
y la iglesia de Dolores, fue testigo
del vigoroso grito de cientos de gargantas,
del nacer de una nueva patria.
¡Mueran los gachupines! ¡Muera el mal gobierno!
¡Viva la Independencia!
Atronadora voz que irrumpiera
en el silencio de la opresión
con la fuerza de cien tormentas
y el pueblo enardecido ¡por fin! alzó la frente
¡enderezó la cansada espalda!
y empuñó las armas en defensa de su libertad
su dignidad y su Patria.
El sol tiñó la aurora con destellos escarlata
presagiando la cruenta lucha
de aquella turba enardecida,
que el 16 de septiembre de 1810
marchara vigorosa y decidida en pos de su destino.
Así nació México ¡Mi México!
300 almas salieron de Dolores aquel día
más de tres mil llegaron a Guanajuato
doce días después
¡Alhóndiga de Granaditas!
Inamovible testigo de gloriosa batalla
¡Valeroso Pípila! Que con la fuerza de Hércules
incendió las puertas que guardaban al traidor
¡Allende, Aldama! ¡Abasolo, Jiménez!
Y tantos otros que se pierden en el anonimato
pero murieron en silencio por su ideal.
El altivo español, dobló la espalda
cayó de rodillas y mordieron el polvo
bajo la fuerza y el valor de los patriotas,
titanes que alzaron la voz
y supieron empuñar las armas
¡Por la Patria! ¡Por México!
La sombra gigantesca de Morelos
se alza majestuosa
¡Porque no murió en San Cristóbal Ecatepec!
Nació como astro luminoso
en el firmamento de los tiempos.
Dos siglos de historia
doscientos años de lucha tenaz
nacimiento de una nueva estirpe
la de los mexicanos.
¡Independencia de México!
No hablemos de triunfo ni derrota;
sino del doloroso nacimiento de nuestra patria
¡Por la libertad! ¡Por la igualdad!
¡Por la democracia y el progreso!
Paradigmas que están impresos
en el nuestro código genético
y son detonador que impulsa
a escalar la suprema montaña de la perfección
en busca siempre de la cumbre
con el corazón lleno de valor
y la cabeza erguida en busca de ese horizonte
¡Allá! ¡Mas allá de las estrellas!
¡Por mi Patria! ¡POR MÉXICO!
MÉXICO …¡DUELE!
México duele cuando elevo la vista
y el humo no me deja ver el cielo
y los cauces que debieran llevar agua clara
están tapizados de peces sin vida.
México duele cuando recorro caminos
y a mi paso veo ventanas y puertas cerradas
abrazadas por el silencio y el miedo
fantasmas de lo que antes fue.
México duele cuando en las calles
pequeños pies descalzos quemados por el asfalto, vagan
en busca… en busca de lo que ya olvidaron
con la garganta seca por el hambre y la soledad.
México duele
cuando veo esos ojos apagados, sin esperanza ni fe
con mil preguntas silenciosas… sin respuestas.
¡¿por qué?! ¡¿por qué?! ¡¿por qué?!
México duele cuando veo su seno herido por el abandono
y al viento despiadado vaciar la entraña
llevándose la tierra fértil a un ignoto lugar.
México duele cuando manos apátridas, ciegan vidas
truncan caminos, arrebatan tierras
que sustentan el pan de quienes las trabajan.
México duele con tanto silencio y brazos cruzados.
México duele cuando las aulas son abandonadas
para acampar en plazas y gritar consignas callejeras
mientras los niños esperan… esperan sin esperanzas.
México duele cuando veo que aún existen
quienes entregan cuentas de oro a cambio de espejos,
de dignidad…
México duele cuando la muchedumbre se cruza
con los ojos llenos de miedo
sin que la miradas se encuentren.
México duele cuando el Grito de Dolores
se celebra con bengalas y comida
y en algunos rincones de esta patria nuestra
los destellos de pólvora ciegan existencias.
México duele porque los mexicanos
olvidan poco a poco la historia
mientras comen hot dogs hundidos en el Facebook
¿Dónde quedaron los héroes anónimos
que nos dieron esta PATRIA nuestra?
¿Dónde está el pueblo que forjó la libertad?
México duele ante tanta apatía.
México duele…
Pero…
Hay qué romper los duros grilletes
de ese dolor sin nombre ni apellido
hay qué romper las cadenas de la apatía y la mediocridad
y surgir de nuevo a la lucha heroica.
¡Emerge de las tinieblas Caballero Águila!
Rompe tu silencio Caballero Tigre
busca en tu sangre noble compatriota
la fuerza que antaño alcanzó la libertad.
Empuña la pluma, de una nueva historia
que ansiosa espera tu escritura.
Sacude tu marasmo y la absurda apatía
toma el arado siembra tu tierra
tiende las redes y navega en tus mares
revive orgulloso tu sangre bravía
forja con valor esta patria nuestra
y toma en tus manos tu camino y tu tiempo.
Sé protagonista del presente
restaña las viejas heridas para que México no duela.
Levanta la testa, construye el mañana
con esperanza y progreso
no pases la estafeta a las jóvenes conciencias
haz la encomienda que la vida te marca.
Los milagros existen y están en tus manos
emprende la guerra contra la injusticia
con libros, arados, trabajo y estudio
honradez y ciencia y amor a la vida.
Con la manos juntas, un mismo pensamiento
la frente en alto y el corazón lleno de esperanzas
restañemos viejas heridas
para que México no duela más.
MI MÉXICO ES UN REBOZO
Al principio de los tiempos
Dios quiso marcar la cintura de esta América nuestra
con manta de mil colores, única e irrepetible
concebida en el telar de los tiempos.
Rebozo de mi tierra, mini mahue otomí
rebozo de Santa María
de Guerrero y Michoacán, de todo el altiplano
Cenzotl de Morelos…cihua prehispánico,
Manos de ébano que entretejen arte
con delicadeza exquisita
al ritmo de sueños, de amores y llantos
con hilos de algodón o seda o lana
rematados con repacejos,
intricado tejido como los pensamientos
que se quedan sin palabras en la mente.
Cuna y mortaja ¡bandera de libertad!
manto que esconde besos furtivos
amores profanos o castos…
Mi México es un rebozo que reposa en las montañas,
tejido por el mismo Tata Dios
estremecido por irreverentes volcanes,
besado por olas y espuma
ensortijado con selvas y desiertos insondeables
que palpitan con la música del viento,
que hace cantar a los pinares y llorar a los rompevientos.
Palmares bañados de sol que danzan sensualmente
Como la mujer costeña, al ritmo del mar y su brisa.
Mi México es un rebozo de fantasía sin par
tejido de oro y plata, con risas de niños
y sueños de un pueblo valiente
que sabe perseguir ideales y alcanzarlos.
¡Rebozo mexicano! Caleidoscopio de historia
de promesas cumplidas
manto de mil colores que hoy, orgulloso
se pasea por el mundo
ostentando la grandeza de mi patria.