diciembre 11, 2024
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septiembre 16, 2016 | 166 vistas

Alicia Caballero Galindo

 

 

I N D E P E N D E N C I A

 

Inundan al cielo de Anáhuac

Negros presagios de un pueblo sufrido

De hombres que bajo el yugo español

Esperan el grito de libertad y justicia

Padre Hidalgo ¡Levanta altanera su voz!

En defensa del pueblo oprimido

Nunca en su empeño cejó

Dando su vida por el desvalido

El cura Morelos la lucha siguió

No lo vio la adversidad vencido

¡Campanas al vuelo que tañen en pos!

Inunden los aires, anuncien con brío

Al fin nuestro México la libertad alcanzó.

 

ANTE LA BANDERA MEXICANA

 

Ante tu Bandera, mexicano

¡Levántate!

¡Inflama tu pecho!

yergue orgulloso la testa

y escucha fluir dentro del cuerpo

la herencia bravía de tu sangre.

Aprende a mirar tras sus colores

el doloroso nacer de nuestra estirpe

el coraje, los ideales

la esperanza……

de tantas manos que con orgullo sin par

enarbolaron el pendón de nuestra Patria.

En tiempos de opresión y de oprobios

fue tu imagen que mantuvo el sino

de un pueblo indómito,

¡Invencible!

que en lucha constante por su libertad

fue forjador de su destino.

Bajo el fiero fragor de las batallas

diste a los hombres la templanza, el brío

cuando el flaquear de sus fuerzas fue inminente

como la cegadora luz de un rayo

surge impasible

el espíritu de triunfo.

¡Cómo tiembla de rabia nuestra Historia!

cuando otra insignia nuestro cielo profanara

y otros hombres ajenos a la Patria

con otras leyes

y otros credos

el orgullo de tu raza pisotearan.

Mas enhiesta, irguióse mi Bandera

a sus pies rodaron mil cabezas

doblegóse un águila extranjera

y hoy su sombra cobija

¡Poderosa!

una tierra libre y soberana

¡Compatriota!

¡Levántate ante tu Bandera!

El tiempo de lucha tenaz aun no cesa,

la Patria te reclama ahora y siempre

mas ya no tu sangre que otrora derramaras

sino el poder de tu trabajo y tu intelecto.

No permitas jamás que otros cantares

ajenos a los ecos de tu Historia,

se aniden en tu pecho,

nublen tu memoria.

Cual sierpes venenosas murmuren en tu oído

las voces de otros héroes que aquí son ¡ nada !

¡Bandera Mexicana!

¡Yérguete orgullosa!

Con fuego esplendoroso escribe en el arcano

que son grandes tus colores y tu escudo

porque en cada corazón de mexicano

arde perenne la antorcha de la libertad.

 

 

C A M P A N A  D E  L I B E R T A D

 

Rasgando el silencio de la noche

los ecos de una campana irrumpen

y desde el templo lejano de Dolores

por el amplio firmamento cunden.

 

Acude hasta el atrio de la iglesia

un pueblo fuerte, templado en el dolor

opreso por la fuerza, la injusticia

pero con el alma henchida de valor.

Hidalgo, frente a la torre de su pueblo

alza su voz, vibrante, vigorosa

cimbrando el corazón que en cada pecho

vislumbra de la libertad, la aurora.

El sol asoma tras enhiestos montes

arrebolando el eterno valle

y se estremece al paso de los hombres

que en pos de la victoria marchan.

¡Viva América! ¡Muera el mal gobierno!

Preclaro grito que inunda los anales

y anuncia el emerger de las tinieblas

de una raza de hombres indomables.

Hidalgo ¡Refulge en nuestro cielo!

Elévense orgullosos Allende y Abasolo

Aldama ¡Ilustre y gran guerrero!

brillan en la historia con honor.

¡Viva nuestra paz en la victoria!

¡Vibren de la libertad los ecos!

Orgullo del pasado nuestra Historia!

Clamemos con emoción ¡Viva México!

 

 

MÉXICO ERES TÚ

 

¡México, yo creo en ti!  ¡México, en ti no confío!

¡México de mis abuelos! México, heroica Historia

¡México, futuro promisorio y de gloria!

¡México! ¡México! ¡México!

Voz que cunde en todo el ámbito,

Seis letras que encerrar pretenden

pueblo, pasado, lucha, presente.

¡Protesta! esperanza, interrogantes

incertidumbre, añoranza, marcha constante.

Voces que surgen, que estremecen

como lava de un volcán candente.

¡No existe la justicia! ¡Qué desgracia!

¿Por qué la corrupción es una plaga?

¡El cielo, cada vez más se oscurece!

¡Hagan algo, que la violencia cese!

Voces, voces, voces que reclaman

voces que sonoras se alzan.

¡Todo está muy mal! hay mucho desorden

¡Que en las calles, nuestros derechos no violen!…

Quejas del presente, añoranzas del pasado

mas aún la voz no se ha escuchado

Que surja vigorosa y clame en el arcano

en lugar de «hagan» diga «yo haré algo»

Sin ambages al soborno se recurre

si la fila es muy larga y esperar aburre

Sin reparos ni conciencia

basura y desperdicios se riega

cuando en el bosque y en la playa

el tiempo libre se solaza.

¡Qué violenta es la ciudad!

ya no existe aquí seguridad

Sin embargo, no sabes dar la mano

cuando con angustia te están implorando

¿Por qué he de limpiar la calle?

soy el único que se fija en tal detalle.

¿Y Por qué había de cuidar el monte

aquí nadie me ve, mi acción ¡ni quién la note!

¡No trabajaré ni un minuto más de tiempo!

pues no me han de alzar un monumento.

¿Que debo siempre llegar a tiempo?

¡Y por qué yo! si otros tienen privilegio.

Y son las mismas voces que gritan

¡Que el Gobierno las injusticias corrija!

¡México, nación con futuro!

¡México, fulgurante ejemplo al mundo!

¡México! ¡México, eres tú! ¡Soy yo!

¡México somos nosotros!

Mas hay quien ve transcurrir la Historia

cual pasivo espectador, que critica y se sonroja

Tan sólo a la acción lo incita

si su plácida comodidad, alguien lastima.

Compatriota, mexicano, ¡ten conciencia!

Para construir de una nación su grandeza

es muy largo en verdad,  ese camino

mas si das el primer paso, ¡has vencido!

Sé constante gota que la roca horada

tu ejemplo se tornará en fecunda cascada.

Habrás de pasar de crítico espectador

a ser de la Historia, un primer actor.

Cuando cada mexicano actúe con decisión

sintiendo  que su tierra es toda la nación

y piense y haga lo que es debido

sin argumentar que  otro no lo hizo

¡México soy yo! ¡México eres tú!

¡México es toda su gente!

los bosques, los valles, el desierto ardiente

Riquísimos mares que abrazan

a una tierra fértil, llena de abundancia

tierras de cultivo que habrán de sembrarse

brillantes espigas que al cielo se alcen.

Su gran territorio, cielo refulgente

glorioso pasado, controversial presente

¡México eres tú y en tus manos la victoria!

si ser el mejor cada ciudadano ambiciona

Ancestral deseo de paz y libertad

¡Tierra de mis padres! de mis hijos, el hogar

¿El México del mañana? ¡No! el mañana, ya llegó,

¡El mañana es hoy! ¡El mañana es hoy!

Y México, ¡México eres tú!

 

 

M I   M É X I C O

 

Cristalino cielo del Anáhuac

que llamaron la región más transparente

y ha mirado transcurrir la historia

de nuestro pueblo, heroico, valiente.

Mágicas selvas, misteriosas

impregnadas con aromas de frescura

tus volcanes, majestuosos gigantes dormidos

coronados por la nieve y por la bruma.

Extensos pastos irisados por el viento

cual verdes océanos, salpicados de espigas

aves primorosas, de cantos exquisitos

playas de ensueño, que el mar acaricia.

Ríos cantarinos que ligeros corren

bajan por el risco, cual venas de plata

llevando en su cauce esperanza de vida

en arroyos cristalinos y majestuosas cascadas.

Civilización pujante, ciudades tan hermosas,

hombres y mujeres, que a marcha acelerada

corren al encuentro del progreso y la ciencia

y en aras de esta empresa, no los detiene nada.

De nuestra Patria las riquezas

paso a paso, van destruyendo

lo que un día fue vergel florido

poco a poco, se está muriendo.

¡Qué dolor llena mi corazón

cuando contemplo estremecida!

que en nombre de la civilización

lentamente es están acabando la vida.

Aquellas verdes y floridas laderas,

que mágicos bosques cubrían

de ancestrales pinos y robles,

que las nubes y lluvia atraían.

Sólo las cubre el pesado silencio

hoy, llenas de desolación

ven rodar a los titanes colosales

abatidos, por hombres carentes de corazón.

Y aquellos cristalinos caudales

que a su paso sembraban la vida

dando de beber, al peregrino sediento

alegrando todo, en valles y campiñas.

Hoy, sólo son tristes espectros

que el hombre necio ha matado

profanando su indefensa entraña

con deshechos venenosos ¡contaminando!

Y el aire que inunda los confines

y a nuestros pulmones llega

que nos permite vivir y crecer

a todo ser sobre la tierra.

¡Está impregnado de contaminantes!

las chimeneas, bocas del infierno

invaden el ambiente de impurezas

y ya no podemos mirar al cielo.

 

La llamada industria sin chimeneas

que en nuestras costas florece

¡invaden los océanos con basura!

Y vemos desperdicios, en vez de peces.

¡Vehículos que el ambiente ensucian!

buques que a la mar, contaminantes lanzan,

hombres carentes de visión y conciencia,

que ciegos de ambición, lentamente nos matan.

¡Rompamos el castrante grillete

de la apatía y la mediocridad!

¡Rompamos las férreas cadenas

del conformismo y la simplicidad!

¡Detén en lo alto el hacha asesina

antes de herir al añoso roble!

¡Deja que el cenzontle, tranquilo anide

y propague sonoras, por el aire sus cuatrocientas voces!

¡No robes su hogar a la fauna salvaje!

¡Déjala reinar en la selva, en el monte!

que vuelva mi Patria vestir los ropajes

de luz y de vida, de perfumes y flores.

Y aquel paraíso, inspirador de mil liras

y aquellas cañadas, testigos de amores,

renueven su verdor, su encanto, su misterio

y hagan soñar nuevamente a los hombres.

Que cada mexicano asimile, comprenda

el privilegio que el Creador nos ha regalado

al darnos un suelo, ¡prodigio de abundancia!

al que  nuestro existir, estará siempre atado.

¡Hombre y naturaleza! unidad indivisible

¡México y mexicanos! dualidad maravillosa

¡Nunca permitas que tu glorioso pasado

se pierda en la bruma, de un presente que ahoga!

¡Prepárate a escribir la Historia del futuro

empuñando con valor las armas del progreso!

¡Ciencia! ¡Estudio!  ¡Trabajo! ¡Libertad! ¡Justicia!

¡Amor a la tierra! ¡Amor a mi MÉXICO!

 

 

¡POR MÉXICO!

 

Los ecos lejanos del ahuehuete  y el teponaztle

se perdieron entre los raídos velos del tiempo;

las melancólicas voces del caracol y los cascabeles

se diluyen en la bruma del  pasado .

Huitzilopochtli, Quetzalcóatl y Tláloc

retornaron a  cielos ignotos y lejanos

humillados por  dioses ajenos.

Las esbeltas y silbantes flechas emplumadas

que cegaran vidas de fieras y bravos guerreros

fueron vencidas por los arcabuces

que como bocas de demonios

vomitaban fuego, odio y muerte

empuñadas por extraños hombres

de tez pálida y ojos claros . . .

¡Cayó Cuauhtémoc con la frente en alto!

Y la Malinche, vendió a su gente.

El ario  extranjero, que viniera allende el mar

ahogó las voces, la nobleza y la bravura

de los valerosos Caballeros Tigres,

Caballeros Águilas

de piel de ébano y temple de dioses.

¡Silencio! ¡Opresión! ¡Miseria!

¡Muerte! ¡Dolor! ¡Vergüenza!

El yugo español fue colocado sin piedad;

los cuellos tobillos y muñecas

que una vez, ostentaron oro reluciente

fueron sometidos con grilletes y torvas cadenas

convirtiéndose en guiñapos humanos

¡vejados! tratados como bestias.

Las civilizaciones gloriosas

fueron sepultadas y sobre la Gran Tenochtitlán

y sobre cadáveres de guerreros, con piel de ébano

y sobre las riquezas culturales autóctonas

el español usurpador sentó sus reales

impuso por la fuerza una cultura extraña.

Fueron 300 años de de odios y muerte;

de saqueos y de horrores

abigarrado tejido donde se entrelazaron

sangre india y española

dioses extranjeros y dioses indios

que lucharon encarnizadamente por prevalecer

hasta lograr un extraño entendimiento

amalgamando sus credos y sus leyes

para dar a luz una patria nueva

una raza de titanes con ambiciones hispanas

piel cobriza  y corazón de Caballero Tigre.

Árbol de la vida con profundas raigambres

que se aferró a la tierra.

Pero el soberbio peninsular europeo

posaba sin piedad su sucia bota

sobre el  cuello del indio

del criollo y del mestizo

haciéndoles morder el polvo.

Gruesos nubarrones de descontento

empezaron a oscurecer el cielo

y un día aciago, la voz del cura Hidalgo

estalló impasible como un rayo

que baja del cielo para hender conciencias,

como lava ardiente que sin poderse contener,

fluye quemando todo a su paso

y la iglesia de Dolores, fue testigo

del vigoroso grito de cientos de gargantas,

del nacer de una nueva patria.

¡Mueran los gachupines! ¡Muera el mal gobierno!

¡Viva la Independencia!

Atronadora voz que irrumpiera

en el silencio de la opresión

con la fuerza de cien tormentas

y el pueblo enardecido ¡por fin! alzó la frente

¡enderezó la cansada espalda!

y empuñó las armas en defensa de su libertad

su dignidad y su Patria.

El sol tiñó la aurora con destellos escarlata

presagiando la cruenta lucha

de aquella turba enardecida,

que el 16 de septiembre de 1810

marchara vigorosa y decidida en pos de su destino.

Así nació México ¡Mi México!

300 almas salieron de Dolores aquel día

más de tres mil llegaron a Guanajuato

doce días después

¡Alhóndiga de Granaditas!

Inamovible testigo de gloriosa batalla

¡Valeroso Pípila! Que con la fuerza de Hércules

incendió las puertas que guardaban al traidor

¡Allende, Aldama! ¡Abasolo, Jiménez!

Y tantos otros que se pierden en el anonimato

pero  murieron en silencio por su ideal.

El altivo español, dobló la espalda

cayó de rodillas y mordieron el polvo

bajo la fuerza y el valor de los patriotas,

titanes que alzaron la voz

y supieron empuñar las armas

¡Por la Patria! ¡Por México!

La sombra gigantesca de Morelos

se alza majestuosa

¡Porque no murió en San Cristóbal Ecatepec!

Nació como astro luminoso

en el firmamento de los tiempos.

Dos siglos de historia

doscientos años de lucha tenaz

nacimiento de una nueva estirpe

la de los mexicanos.

¡Independencia de México!

No hablemos de triunfo ni derrota;

sino del doloroso nacimiento de nuestra patria

¡Por la libertad! ¡Por la igualdad!

¡Por la democracia y el progreso!

Paradigmas que están impresos

en el nuestro código genético

y son detonador que impulsa

a escalar la suprema  montaña de la perfección

en busca siempre de la cumbre

con el corazón lleno de valor

y la cabeza erguida en busca de ese horizonte

¡Allá! ¡Mas allá de las estrellas!

¡Por mi Patria! ¡POR MÉXICO!

 

 

MÉXICO …¡DUELE!

 

México duele cuando elevo la vista

y el humo no me deja ver el cielo

y  los cauces que debieran llevar agua clara

están tapizados de peces sin vida.

México duele cuando recorro caminos

y a mi paso veo ventanas y puertas cerradas

abrazadas por el silencio y el miedo

fantasmas de lo que antes fue.

México duele cuando en las calles

pequeños pies descalzos quemados por el asfalto, vagan

en busca… en busca de lo que ya olvidaron

con la garganta seca por el hambre y la soledad.

México duele

cuando veo esos ojos apagados, sin esperanza ni fe

con mil preguntas silenciosas… sin respuestas.

¡¿por qué?! ¡¿por qué?! ¡¿por qué?!

México duele cuando veo su seno herido por el abandono

y al viento despiadado vaciar la entraña

llevándose la tierra fértil a un ignoto lugar.

México duele cuando manos apátridas, ciegan vidas

truncan caminos, arrebatan tierras

que sustentan el pan de quienes las trabajan.

México duele con tanto silencio y brazos cruzados.

México duele cuando las aulas son abandonadas

para acampar en plazas y gritar consignas callejeras

mientras los niños esperan… esperan sin esperanzas.

México duele cuando veo que aún existen

quienes entregan cuentas de oro a cambio de espejos,

de dignidad…

México duele cuando la muchedumbre se cruza

con los ojos llenos de miedo

sin que la miradas se encuentren.

México duele cuando el Grito de Dolores

se celebra con bengalas y comida

y en algunos rincones de esta patria nuestra

los  destellos de pólvora ciegan existencias.

México duele porque los mexicanos

olvidan poco a poco la historia

mientras comen hot dogs hundidos en el Facebook

¿Dónde quedaron los héroes anónimos

que nos dieron esta PATRIA nuestra?

¿Dónde está el pueblo que forjó la libertad?

México duele ante tanta apatía.

México duele…

Pero…

Hay qué romper los duros grilletes

de ese dolor sin nombre ni apellido

hay qué romper las cadenas de la apatía y la mediocridad

y surgir de nuevo a la lucha heroica.

¡Emerge de las tinieblas Caballero Águila!

Rompe tu silencio Caballero Tigre

busca en tu sangre noble compatriota

la fuerza que antaño alcanzó la libertad.

Empuña la pluma, de una nueva historia

que ansiosa espera tu escritura.

Sacude tu marasmo y la absurda apatía

toma el arado siembra tu tierra

tiende las redes y navega en tus mares

revive orgulloso tu sangre bravía

forja con valor esta patria nuestra

y toma en tus manos tu camino y tu tiempo.

Sé protagonista del presente

restaña las viejas heridas para que México no duela.

Levanta la testa, construye el mañana

con esperanza y progreso

no pases la estafeta a las jóvenes conciencias

haz la encomienda que la vida te marca.

Los  milagros existen y están en tus manos

emprende la guerra contra la injusticia

con libros, arados, trabajo y estudio

honradez y ciencia y amor a la vida.

Con la manos juntas, un mismo pensamiento

la frente en alto y el corazón lleno de esperanzas

restañemos viejas heridas

para que México no duela más.

 

 

MI MÉXICO ES UN REBOZO

 

Al principio de los tiempos

Dios quiso marcar la cintura de esta América nuestra

con manta de mil colores, única e irrepetible

concebida en el telar de los tiempos.

Rebozo de mi tierra, mini mahue otomí

rebozo de Santa María

de Guerrero y Michoacán, de  todo el altiplano

Cenzotl de Morelos…cihua prehispánico,

Manos de ébano que entretejen arte

con delicadeza exquisita

al ritmo de sueños, de amores y llantos

con hilos de algodón o seda o lana

rematados con repacejos,

intricado tejido como los pensamientos

que se quedan sin palabras en la mente.

Cuna y mortaja ¡bandera de libertad!

manto que esconde besos furtivos

amores profanos o castos…

Mi México es un rebozo que reposa en las montañas,

tejido por el mismo Tata Dios

estremecido por irreverentes volcanes,

besado por olas y espuma

ensortijado con selvas y desiertos insondeables

que palpitan con  la música del viento,

que hace cantar a los pinares y llorar a los rompevientos.

Palmares bañados de sol que danzan sensualmente

Como la mujer costeña, al ritmo del mar y su brisa.

Mi México es un rebozo de fantasía sin par

tejido de oro y plata, con risas de niños

y sueños de un pueblo valiente

que sabe perseguir  ideales y alcanzarlos.

¡Rebozo mexicano! Caleidoscopio de historia

de promesas cumplidas

manto de mil colores que hoy, orgulloso

se pasea por el mundo

ostentando la grandeza de mi patria.

 

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