Carla Ramírez.-
La inocencia de los niños es lo que tal vez hace mágica cada fiesta de cumpleaños para ellos, los seres queridos planean, organizan, hacen todo para verlos felices en su día, pero realmente su dicha y alegría siempre está presente en ellos.
Fue así el caso de la pequeña Mía, a quien sus papitos y sus maestras se dieron a la tarea de prepararle detalladamente una fiesta por su cumpleaños número dos en su ‘escuelita’ junto a sus compañeritos de clases, con los que vive a diario aventuras inigualables.
La pequeña disfrutó de un exquisito pastel de cumpleaños conformado por quequitos decorados en tonos rosas, pues es su color favorito.
Como en toda fiesta de cumpleaños sus amiguitos se reunieron para cantarle las tradicionales mañanitas en una sola voz y luego ovacionarla para animarla a darle una tremenda mordida a uno de los deliciosos quequitos del pastel.
La festejada estuvo feliz, disfrutó de la compañía de sus seres queridos y se divirtió de lo lindo al pegarle a su piñata, que tenía la forma del número dos, representando la edad que cumplió.
Posteriormente llegó la hora de abrir los múltiples regalitos que recibió y entre juguetes, libros y ropa, la cumpleañera emocionada abrió cada bolsita o caja de obsequios y al ver la sonrisa de su pequeña, su familia agradeció el apoyo de sus maestras y las diferentes muestras de afecto para su hija.