SAN SEBASTIÁN, España, septiembre 17 (Agencias)
Gael García Bernal fue premiado este sábado en el festival de cine de San Sebastián (España) por su trayectoria como figura destacada del cine latinoamericano. El actor, director y productor recibió el galardón en la gala de presentación de la película Neruda, del director chileno Pablo Larraín, con la que acude al certamen, y leyó un discurso muy político centrado en los males de Latinoamérica.
García Bernal recibió el premio en el teatro Victoria Eugenia. Antes, se proyectaron imágenes de su trayectoria y Pablo Larraín presentó al actor con la pregunta “¿Qué tiene Gael?”, al que definió como “un actor de cine potente, político, complicado, comprometido”. Para responder a su propia pregunta, Larraín parafraseó al subcomandante Marcos: “Gael ha venido al mundo a traernos un problema y a invitarnos a cargarnos con él”.
El intérprete leyó un discurso cargado de intenciones políticas y que fue despedido con una ovación de casi un minuto. Bernal terminó con una llamada al continente entero: “En América estamos viviendo momentos convulsos, como el mundo entero” presididos por “la falta de justicia social, la corrupción rampante, la impunidad”. El intérprete cerró su alocución con una reivindicación ecologista contra la destrucción de la Tierra y el poema “América, no invoco tu nombre en vano” de Pablo Neruda.
En un encuentro previo a la entrega del galardón, denominado Jaeger-LeCoultre al Cine Latino, como la marca de relojes de lujo que lo patrocina, la prensa internacional destacó que García Bernal haya puesto su imagen al servicio “de algunos de los proyectos cinematográficos más interesantes de Latinoamérica”. Bernal repasó cuáles han sido los momentos más destacados de su carrera.
El intérprete aseguró que no fue hasta que se estrenó su tercera película que contempló como una posibilidad real el vivir de la actuación. “Hasta ese momento, para mí el cine había sido una aventura”, dijo.
Bernal analizó el momento del cine en México y América Latina, del que dijo sentirse orgulloso. Avisó de las restricciones que impone el mercado estadounidense para importar películas y pidió mayores esfuerzos en política cultural para que las cintas circulen entre los países hispanoablantes.
Pese a esas dificultades, celebró el buen momento, de gran fuerza creativa y con un relativo éxito comercial impulsado por proyectos personales y las nuevas tecnologías que abarataron los rodajes. También destacó el papel de la camaradería entre los creadores mexicanos, que ha propiciado muchas interacciones positivas para el sector. “Entre Iñárritu, Cuaron, el Gordo del Toro… hay una sensación de cofradía que hemos querido mantener”.