Una agente de la policía de Tulsa, en Oklahoma, mató a tiros a un hombre negro desarmado cuyo vehículo había quedado varado en una carretera, en lo que apunta a un nuevo caso de presunta violencia policial contra los afroamericanos en Estados Unidos.
Al fallecido, identificado como Terence Crutcher, de 40 años, se le había averiado la camioneta en una zona boscosa de la ciudad a la que llegaron varias patrullas de agentes.
Las autoridades hicieron hoy público el video del suceso, que ocurrió el pasado viernes y que el jefe de la policía de Tulsa, Chuck Jordan, calificó en rueda de prensa de «muy preocupante».
En el video se aprecia como Crutcher, manos en alto, camina hacia su camioneta seguido por la agente Betty Shelby, que le apunta con una pistola y a la que rápidamente se unen otros dos uniformados, que también encañonan sus armas contra el afroamericano.
Transcurridos pocos segundos, Crutcher, al parecer, baja sus brazos para buscar algo en el interior del vehículo a través de la ventanilla del conductor, momento en el que recibe por lo menos un disparo de Shelby y se desploma en el pavimento.
Crutcher murió en el hospital poco después.
Haremos lo correcto, no encubriremos nada», explicó hoy el comandante policial, al detallar que el video, que vio con la familia de Crutcher, ‘es muy difícil de mirar’.
En un primer momento, un portavoz policial había afirmado que Crutcher se negó a obedecer las órdenes de los agentes, entre ellas la de mantener los brazos en alto.
Jordan también hizo un llamado a la comunidad a mantener la paz, después de que casos similares sucedidos a principios de este verano antecedieran al asesinato, en hechos aislados, de cinco uniformados en Dallas (Texas) y tres en Baton Rouge (Louisiana) a manos de dos afroamericanos que manifestaron su animadversión por la Policía.
Tanto Shelby como otro agente identificado como Tyler Turnbough fueron suspendidos de empleo pero no de sueldo -el procedimiento habitual en estos casos- hasta que concluya la investigación.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, por su parte, anunció la apertura de una investigación de derechos civiles independiente a la conducida por la policía de Tulsa.
El abogado de la familia, Damario Solomon-Simmons, calificó el video de «inquietante» y acusó a la Policía de haber dejado morir a Crutcher desangrado en el suelo, ya que los agentes no le atendieron hasta pasado un rato del disparo.
La hermana gemela del fallecido, Tiffany, por su parte, se mostró especialmente molesta por el comentario de un agente que describió a Crutcher como un «tipo malo».
“Estamos devastados, toda la familia está devastada. Ese tipo malo era padre, era tipo malo era hijo, ese tipo malo estaba matriculado en la Universidad Comunitaria de Tulsa para hacernos sentir a todos orgullosos, ese tipo malo amaba a Dios y cantaba en la iglesia cada fin de semana», dijo la hermana del fallecido.
Organizaciones pro derechos civiles reclamaron la detención inmediata de Shelby y que se le imputen cargos criminales por asesinato.
En mayo, un hombre de 74 años que trabajaba como ejecutivo para una empresa aseguradora y también como voluntario para el Sheriff del condado de Tulsa fue condenado a cuatro años de cárcel, hallado culpable de homicidio en segundo grado, por matar a tiros a un ciudadano negro desarmado en 2015.
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