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septiembre 23, 2016 | 81 vistas

BEIJING, China, septiembre 22 (Notimex)

China ha comenzado a apurar a su población para poner en práctica la política del segundo hijo, que sustituyó a la del hijo único, ante las consecuencias del envejecimiento de la población.

Un ejemplo es la oriental Yichang, ciudad-prefectura de la provincia de Hubei, con alrededor de cuatro millones de habitantes a las orillas del río Yangtze.

Ahí, el Gobierno local ha exhortado a sus empleados jóvenes a que sigan la nueva política de dos hijos y pongan el ejemplo al resto de la población.

Y a los de mayor edad, les pidió que instruyan a sus hijos sobre la nueva dirección reproductiva y los animen a seguirla.

El exhorto se hizo mediante una carta enviada a los miembros del Partido Comunista y de la Liga Comunista de la Juventud que trabajen en el gobierno de la ciudad, reportó Global Times.

Esta política fue dada a conocer en octubre de 2015 y sustituyó a la de un solo hijo, que se aplicaba desde 1979 a fin de reducir la tasa de natalidad y frenar el crecimiento poblacional.

En ese año la población de China se acercaba a los mil millones de personas y se consideró necesario frenar el crecimiento, recordó la BBC, la cadena británica de noticias.

Empleo, incentivos financieros, métodos anticonceptivos y hasta multas, fueron el catálogo usado para convertir en realidad la política de un solo hijo.

Casi 40 años después el panorama es otro y se estima que en 2050, cuando los pronósticos ven a China como la primera potencia por su Producto Interno Bruto (PIB), más del 25 por ciento de su población tendrá 65 o más años de edad.

En 2015 la población de China sumaba mil 371 millones de personas, de acuerdo al Banco Mundial, 40 por ciento de los cuales se consideraba urbana.

El país asiático debe de tener una tasa de 2.1 niños por mujer a fin de garantizar el cambio poblacional, pero la actual es de 1.6 solamente, de acuerdo a la entidad multilateral.

Desde el punto de vista de esta variable, la política de un solo hijo fue un éxito, pues en 1960 en promedio una mujer china en edad fértil tenía 5.8 hijos.

En Yichang la tasa de nacimientos por cada mil habitantes es de 9.2, mientras el promedio nacional es de 12.1, explica la carta enviada a los militantes comunistas.

La baja tasa de nacimientos llevaría a la escasez de jóvenes y habría problemas para sostener el bienestar de la población en la tercera edad, señaló por su parte el Diario del Pueblo.

Yichiang, además, no pertenece al conjunto de ciudades chinas que atraen a migrantes del campo, lo que hace que su urbanización sea lenta y hasta corra el riesgo de revertirse, agrega este rotativo.

El envejecimiento de la población y la desurbanizacion pueden ser fenómenos «insidiosos» para una economía de cualquier tamaño.

El Diario del Pueblo recuerda también que en las grandes urbes chinas como Shanghai las licencias por maternidad de han sumentado en 30 y hasta 90 días, a fin de fomentar la política del segundo hijo.

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