diciembre 11, 2024
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septiembre 25, 2016 | 124 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 24 (AP)

Cientos de miles de personas marcharon el sábado en la Ciudad de México para oponerse al intento del presidente mexicano Enrique Peña Nieto de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Los organizadores del Frente Nacional por la Familia calcularon que al menos 215 mil personas participaron y, aunque ese número no se pudo comprobar de inmediato, ha sido claramente una de las marchas de protesta más grandes en México en años recientes.

Vestidos en su mayoría de blanco y con globos del mismo color, los manifestantes sostenían carteles con advertencias contra el matrimonio gay y exigían el derecho de los padres de controlar la educación sexual en las escuelas.

“No estamos en contra de la identidad (sexual) de nadie”, dijo Abraham Ledesma, un pastor evangélico que viajó de la ciudad fronteriza de Reynosa, frontera con McAllen, Texas, para participar en la marcha del sábado. De “lo que estamos en contra es la imposición del gobierno… de enseñar la ideología de género en las escuelas. Como líderes religiosos, no queremos ser obligados a casar personas del mismo sexo bajo la figura del matrimonio”.

Otros portaban carteles que decían “Los niños adoptivos necesitan un papá y una mamá”.

En el otro lado de la barricada policial que separaba ambos lados del monumento del Ángel de la Independencia, un grupo mucho más reducido de partidarios del matrimonio gay —probablemente unos doscientos— escuchaban música y discursos.

“Pueden ser mayoría”, dijo Felipe Quiroz, un activista homosexual y maestro de escuela. “Pero no por ser mayoría, pueden ir contra los derechos de las minorías. Esto nos llevaría al fundamentalismo, a un periodo oscuro”.

Muchos consideraron la enorme marcha como una forma de la Iglesia católica de ejercer su poder político en un país en donde 80 por ciento de la gente se identifica como católica. En mayo, Peña Nieto propuso legalizar el matrimonio del mismo sexo a nivel nacional. En la actualidad, sólo es legal en algunos lugares, como la Ciudad de México, el estado norteño de Coahuila y el estado en la costa caribeña de Quintana Roo.

Pero en junio, el partido de Peña Nieto sufrió derrotas sin precedentes en las elecciones gubernamentales de medio periodo y, desde entonces, su partido pasó a segundo plano la propuesta ante el Congreso.

Los activistas dijeron que influyó la oposición al matrimonio del mismo sexo.

José Medrano, profesor universitario, fue a la marcha del sábado desde el estado norteño de Chihuahua, donde el partido gobernante perdió la gubernatura en junio ante el partido conservador, el Acción Nacional a favor del catolicismo.

“Puede ser que hayamos influido, porque se presentó la iniciativa a pocas semanas de las elecciones y mucha gente estaba en contra”, dijo Medrano.

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