“No había absolutamente ninguna evidencia, pero él persistió año tras año” en esa afirmación, ratificó Clinton en el debate celebrado en la Universidad Hofstra, y moderado por el periodista afroamericano Lester Holt.
Trump, quien interrumpió repetidamente a Clinton y gesticuló mientras ella hablaba, fue acusado además de discriminar a afroamericanos que buscaban rentar departamentos de su propiedad en Nueva York.
“Tiene un largo historial de asumir un comportamiento racista”, remató Clinton.
Trump nunca rechazó ser racista o discriminatorio, y se limitó a señalar que la demanda en su contra incluyó a otros propietarios de edificios de Nueva York.
Aunque las relaciones raciales ocuparon un lugar importante del debate, el moderador no hizo ninguna pregunta relacionada con las posiciones de cada uno en el tema migratorio.
Pero Clinton trajo el tema del tratamiento de Trump hacia una mujer latina, la exMiss Universo venezolana Alicia Machado, a quien Trump llamó “Miss Piggy”, y agregó que la modelo “ya es ciudadana y va a votar este mes de noviembre”.
Analistas coincidieron que Clinton emergió como la clara ganadora del debate, donde también se discutió sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que Trump insistió en calificar como el peor de la historia y el peor firmado por Estados Unidos.
“Hillary Clinton controló el debate”, señaló la analista de CNN Gloria Berger. “Fue una noche terrible para Trump”, coincidió el asesor de Obama, David Axelrod.
Frank Lutz, encuestador demócrata y quien condujo un grupo de enfoque que siguió el debate, señaló que 17 de los miembros del grupo coincidieron en que Clinton ganó el debate.
“La pregunta de los impuestos lo debilitó (a Trump), la pregunta del acta de nacimiento de Obama lo destruyó”, dijo.
Adam Nagourney, del diario The New York Times, señaló que Trump no mejoró su impresión para las mujeres votantes, los moderados, los afroamericanos y quienes tienen dudas de sus calificaciones para ser presidente.
Al final de la jornada, Trump se declaró satisfecho con el debate y rechazó haber comido “la carnada” que le tiró Clinton para hablar de controversias en lugar de temas positivos.