Fabiola Escobedo.-
La antología del poeta Juan José Amador se presentó el pasado 28 de septiembre en las instalaciones de la Pinacoteca Tamaulipas. Dos volúmenes que fueron recopilados por dos escritores y poetas tamaulipecos: Lorena Illoldi y Alfredo Marko.
Ellos junto a Carla García Sáenz, Alejandro Betancourt y la familia de Juan José, Carlos Medellín, lograron que este merecido par de libros salieran a la luz, con esa misma que poseía éste gran poeta.
Este libro se terminó de imprimir el 15 de septiembre de 2016, a través del Fondo Editorial Tamaulipas. Su tiraje fue de 500 ejemplares.
El primero recoge el trabajo de poesía que publicó el escritor en el período de 1988 a 1992, los cuales fueron acreedores de premios estatales y nacionales. El segundo atestigua obras inéditas de ensayo y poemas, así como la novela “Casa de altas llamadas”, esto conformado en el tiempo de 1993 al 2000.
Fue así como en la mesa de presentación integrada por la escritora Lorena, el poeta Marko y Arturo Medellín, pudieron hablar sobre lo que en vida y después de ella, es, ha sido y seguirá siendo el poeta Amador.
También se contó con la presencia de algunos integrantes de su familia, como su hijo, Juan Ángel Martínez Muñoz, quien dirigió unas palabras de agradecimiento por este merecido homenaje a su padre.
Ahí destacó que es de gran importancia reconocer el trabajo de este ilustre poeta, lo vital que puede llegar a ser para los tamaulipecos el que tengan la antología en sus hogares, ya que con esto ellos podrán adentrarse a conocer a quien fue un entregado, apasionado y dedicado a sus letras.
Los animalectores de la UAT y el cantante Kankel acompañado de dos músicos, a sus respectivos estilos le brindaron un tributo a este destacado artista, unos leyendo un poco de su obra y otros cantando sus hermosas letras.
Juan José Amador fue un poeta que escogió tomar como suyo un lenguaje complejo e íntegro como la poesía. Que deja una huella imborrable en la historia, tanto en el estado como en la nación, permaneciendo en los oídos, ojos y memoria, de quienes ya se deleitan en su obra.
Muchos de los asistentes pudieron recibir los dos volúmenes para hacerlos propios, ya que Amador sigue vivo en su literatura, gracias a quienes lo invocan al pronunciar sus poemas.