noviembre 16, 2024
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En primeros 100 días de gobierno Duterte suma 76 puntos de aceptación

octubre 6, 2016 | 103 vistas

Manila, 6 Oct (Notimex).- El presidente filipino Rodrigo Duterte llega a sus primeros 100 días de gobierno con el índice de aceptación más alto en casi un cuarto de siglo: 76 por ciento.

El mandatario es aceptado por el 76 por ciento de los filipinos, mientras 11 por ciento se encuentran insatisfechos y 13 por ciento se mostraron indecisos, indicó un sondeo de Social Weather Stations (SWS).

Duterte, de 71 años, cumplirá este viernes sus simbólicos primeros 100 días de gobierno, en los cuales ha atraído la atención mundial por su guerra contra las drogas y las ejecuciones extrajudiciales.

También ha llamado la atención por sus fuertes declaraciones contra su homólogo Barack Obama, que guardan correspondencia con el dictamen oficial de que Estados Unidos le ha fallado a Filipinas.

Duterte superó a sus antecesores de los anteriores 24 años, incluido Fidel Ramos, quien gobernó de 1992 a 1998 y que llegó a 70 por ciento de satisfacción al iniciar su mandato.

Las cifras positivas del presidente filipino se dan en todas las clasificaciones que incluye el sondeo: 74 por ciento de satisfacción en el medio urbano y 78 por ciento en el rural.

En el grupo de menores ingresos ese índice es de 76 por ciento, mientras que en los de percepciones más altas es de 69 por ciento.

Los hombres lo calificaron con 79 por ciento de satisfacción, mientras las mujeres bajan la cifra a 72 por ciento.

El sondeo, reportado por la filipina Business World, integra mil 200 entrevistas cara a cara a adultos entre el 24 y el 27 del pasado septiembre.

El ejercicio demoscópico tiene tres por ciento de error a nivel nacional y seis por ciento para Manila, Luzon, Vizayas y Mindanao.

En tanto, el secretario filipino de Asuntos Exteriores, Perfecto Yasay, explicó que el mandatario busca una política exterior independiente porque «Estados Unidos nos ha fallado».

En una declaración, el funcionario explicó las nuevas declaraciones de Duterte contra Obama, cuyo gobierno se ha mostrado contrario a las ejecuciones extrajudiciales que acompañan a su guerra contra las drogas.

El martes dijo que el mandatario estadunidense debería de «irse al infierno» y añadio que podría romper sus relaciones con Washington, y cuestionó también a la Unión Europea por coincidir con Washington.

Yasay precisó que se trata de zafarse de los grilletes de dependencia de su relación con Estados Unidos, país del que fue colonia desde el 10 de diciembre de 1898 hasta el 4 de julio de 1946.

Tras esa fecha, Washington mantuvo «invisibles cadenas» de dependencia y sumisión. Vio al pueblo filipino como hermanos menores incapaces de lograr su verdadera independencia y libertad, dijo en su declaración.

Reconoció que hay cosas que agradecer a Estados Unidos, pero reprochó la falta de compromiso para ayudar a Filipinas a enfrentar la «agresión internacional».

En apariencia pareció tratarse de una referencia a la pretensión de China sobre aguas marítimas en pugna con Filipinas.

Al respecto Yasay dijo que se trata de establecer negociaciones bilaterales con China para el arreglo pacífico de la disputa.

En ese arreglo, se aprovecharán los errores del pasado cometidos con «nuestro gran hermano blanco», y nunca se permitirá a China o cualquier otra nación seguir con Filipinas la política de la zanahoria y el garrote.

En tanto, el jefe de la Policía Nacional de Filipinas, Ronald de la Rosa, aseguró que la guerra contra las drogas se está ganando y los filipinos, en todo el país, se sienten cada vez más seguros.

Al combatirse el narcotráfico, la criminalidad en general baja y se matan dos pájaros de un mismo tiro, puntualizó.

Reconoció que el esfuerzo ha sido de tal magnitud que siente como si llevara tres años de realizar ese combate. «Me siento muy cansado», citó la versión electrónica del diario Inquirer.

Reveló que desde el pasado julio 720 mil usuarios de narcóticos se han entregado y otros 22 mil han sido capturados cuando los compraban.

Esas cifras muestras que las muertes extrajudiciales no son un recurso en esta campaña, pero reconoció que al tratarse de una guerra, necesariamente tiene que haber muertos.

Las críticas son parte del juego. No se puede dejar satisfechos a todos ni ganarse a todos, concluyó de la Rosa en la víspera de los primeros 100 días de gobierno de Duterte.

 

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