CIUDAD DE MÉXICO, octubre 5 (Agencias)
Si tu mamá no te obligaba a pararte derecha cuando eras pequeña, probablemente hoy en día te sea imposible mantener la espalda recta sin sentir dolor, ¿o no?… Aquí te revelamos algunas claves para lograrlo.
Sabemos perfectamente que algunos de los beneficios de ir por la vida con la espalda erguida y el cuello en alto son desde lucir más altas, hasta quitarnos unos kilos de encima (aunque sea visualmente), o simplemente lucir más estilizadas y elegantes.
Pero además de esos beneficios externos, una buena postura puede traer una larga lista de bondades al interior, desde el correcto funcionamiento de los órganos de aparatos como: el digestivo, circulatorio y respiratorio, hasta la relajación de los músculos o el correcto funcionamiento del sistema óseo.
Si lo sabemos, ¿entonces por qué nos resulta tan imposible mantenernos de pie o sentadas con la espalda recta?; en un caso normal (sin enfermedades, sobrepeso o discapacidades), se debe sencillamente a la mala costumbre. Y es que no basta con la postura encorvada que adoptamos al caminar, porque tampoco solemos cuidarla en otras actividades como trabajar frente a la computadora, sentarse a comer, e incluso al dormir.
La mejor manera de adoptar una postura correcta es siendo consciente de ello. Suena lógico pero en realidad es la única forma en la que te darás cuenta si lo estás haciendo bien o no. Al principio puede ser molesto estar pensando todo el tiempo en cómo estás parada o sentada pero después te darás cuenta que comenzarás a mantenerte derecha por simple costumbre.
Ojo, dormir con una postura incorrecta puede causar dolores de espalda y por lo tanto, una mala postura al día siguiente. Los quiroprácticos afirman que la mejor forma de dormir es acostada sobre tu lado izquierdo y con una almohada entre tus piernas, además de asegurarte que tu almohada tenga el tamaño ideal para mantener tu cabeza derecha en el mismo eje que la columna.
Otro tip muy útil, es cambiar de vez en cuando tu silla de la oficina por una pelota medicinal, esas grandes que también se utilizan para hacer ejercicio. ¿Por qué? El hecho de no tener respaldo y tener que mantener el equilibrio te obliga a tener la espalda recta y te impide cruzar las piernas para así evitar los problemas de circulación como varices.