LOS ÁNGELES, E. U., octubre 9 (Agencias)
Jonás Cuarón, director de “Desierto”, candidata de México a la 89 edición de los Óscar, dijo que “el referente más fuerte” en el que se inspiró para rodar esa historia fue “Duel”, la ópera prima de Steven Spielberg.
“El referente más fuerte para ‘Desierto’ y también para ‘Gravity'», la cinta que deparó un Óscar a su padre, Alfonso Cuarón, y que Jonás coescribió, “fue ‘Duel’ (1971), de Steven Spielberg, donde la acción no para y apenas hay diálogo pero todo se vuelve una metáfora de muchas cosas”, explicó el cineasta.
“Desierto” es también el debut de Cuarón como director en el mundo del largometraje, un filme que destila la misma tensión y el mismo suspenso que logró inyectar Spielberg a su clásico sobre ruedas.
Pero para lograrlo, el realizador mexicano le llevó una década trasladar la historia del papel a la gran pantalla.
Justo cuando terminó de rodar “Año uña” (2007), su primer trabajo documental, Cuarón viajaba por Arizona y fue invitado a conocer el consulado mexicano en la localidad de Tucson, donde escuchó historias “trágicas” sobre familias tratando de cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
“Aquellas historias me marcaron. Investigué la temática y me propuse hacer una película de género con elementos relacionados. De esa forma”, explicó, “logras hablar del tema a un público que quizá no esté acostumbrado a pensar en esas cosas, y aunque no le interese la materia, disfruta igualmente porque tiene acción y terror”.
En “Desierto”, que llegará a los cines el próximo viernes, lo que comienza como un viaje de esperanza en busca de una vida mejor, pronto se convierte en una lucha desgarradora por sobrevivir cuando un vigilante acecha con su rifle a un grupo de inmigrantes tratando de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
El reparto lo conforman Gael García Bernal, Jeffrey Dean Morgan y Alondra Hidalgo.
“Más que hablar de inmigración”, reflexionó Cuarón, “me interesaba hablar de esa retórica de odio hacia el migrante”.
“El personaje del vigilante es una metáfora de a lo que puede llegar la sociedad si sigue siendo bombardeada por esa retórica de odio, donde el migrante es un chivo expiatorio para justificar los problemas del país”, manifestó.
Cuarón admitió que esa situación “existía antes” de la irrupción en política de Donald Trump, y aunque en la actualidad el candidato republicano a la Casa Blanca “es la cara obvia que ha encarnado esa retórica”, el director reconoce que Trump “no es el único que la tiene en EU y EU no es el único país que actúa así”.
Para levantar el proyecto, Cuarón contó con el beneplácito de García Bernal, a quien denominó su “aliado” en esta aventura.
“Le mandé el guión asumiendo que me iba a decir que no, pero lo cierto es que lo leyó rápido y le entusiasmó. Es de los pocos actores que pueden llevar la carga de una historia sin apenas diálogo y que, al mismo tiempo, sea capaz de transmitir mucho”, indicó sobre el intérprete.
Lo mismo ocurrió con Dean Morgan, cuyo villano en “Desierto” resulta incluso más sanguinario y tenebroso que el que encarna en la serie The Walking Dead.
“No quería que fuera el clásico villano de terror malo, malo y unidimensional. Quise darle un aspecto humano. Jeffrey es alto y rudo, nunca lo querría enojado conmigo, pero también emocional, y esa mezcla funcionaba muy bien para el personaje”, detalló Cuarón sobre un vigilante del que apenas se sabe nada de su pasado ni de su conflicto interior, una decisión consciente del realizador.
“Sea cual fuera, aunque sea horrible, nada justifica sus actos. Aunque no sabes nada de él, se le nota vulnerable y solo. Esa es la sociedad vulnerable y marginada a la que me refería. Si sigue bombardeada con la retórica del odio, puede explotar”, manifestó.
El personaje de Dean Morgan es un cazador implacable que merodea el desierto en busca de víctimas con la única compañía de su perro, y a Cuarón no le asustó aquella advertencia de Alfred Hitchcock sobre los rodajes con animales.
“Me lo recordaron mi papá y mi tío (Carlos Cuarón). Me dijeron: ‘Quítalo, no tienes dinero y te va a hundir’. Pero yo lo quise porque es el único apoyo de Jeffrey y quien le saca su lado humano”, comentó.
Está claro que a Cuarón le atraen los riesgos. Cuando zanje la promoción de “Desierto”, se volcará en escribir una nueva versión de El Zorro, un proyecto para el que fue invitado y que le reunirá de nuevo con García Bernal.
“Si se hace, será una historia muy distinta y con un rumbo muy diferente al tradicional. Bajaré a papel las ideas de cómo hacerlo, y si le interesa al estudio, por mí perfecto”, indicó.