BERLIN (AP) — Un sirio de 22 años sospechoso de planear un ataque del grupo extremista Estado Islámico con explosivos, se suicidó atando su camisa a los barrotes de su celda en una prisión de Leipzig, dijeron funcionarios alemanes el jueves.
Rolf Jacob, director del penal donde estaba internado Jaber Albakr, dijo a reporteros en Dresde que un aprendiz de guarda visitó al reo a las 19:30 de la tarde, pero cuando regresó para otra comprobación a las 19:45 encontró a Albakr muerto tras estrangularse atando su camiseta a los barrotes frontales de la celda.
Albakr fue declarado muerto media hora más tarde, dijo Sebastian Gemkow, ministro de justicia de Sajonia.
Jacob confirmó los reportes de que Albakr había destrozado la lámpara de su celda el martes, pero «esto no fue interpretado como un intento de suicidio». Después del incidente, se cortó el suministro de electricidad en su cubículo, añadió.
Las autoridades que evaluaron al sospechoso en su ingreso detectaron que había riesgo de suicidio, pero no se consideró grave, agregó Jacob.
«Esto no debería haber sucedido aunque hicimos todo lo posible para evitarlo», apuntó Gemkow.
El máximo responsable de seguridad del país, el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, dijo que el deceso de Albakr complicaría mucho la investigación sobre si tenía cómplices en la trama frustrada por las autoridades.
«Estoy increíblemente sorprendido y totalmente sin palabras porque algo así pueda haber sucedido», apuntó el abogado de oficio de Albakr, Alexander Huebner, de Dresde.
Las autoridades de Sajonia ya estaban en el centro de las críticas después de que Albakr evitase a la policía cuando se disponían a registrar el departamento en el que se alojaba en la ciudad de Chemnitz el pasado sábado. En el interior de la vivienda los agentes encontraron explosivos muy volátiles y un chaleco suicida de fabricación casera.
Albakr, a quien se le concedió el asilo luego de llegar a Alemania el año pasado, fue finalmente detenido el lunes en Leipzig tras ser capturado por tres compatriotas sirios que avisaron a las autoridades. El sospechoso estaba vigilado por el servicio nacional de inteligencia alemán desde el mes pasado.
Según las autoridades alemanas, estaría ligado al grupo extremista Estado Islámico y tendría previsto un ataque en un aeropuerto de Berlín posiblemente esta semana.
Los tres ciudadanos sirios que lo atraparon recibieron asilo y su «comportamiento merece ser elogiado y reconocido», manifestó de Maiziere.