El gobierno de Barack Obama eliminó el tope de 100 dólares para el ingreso de ron y cigarros de Cuba, productos que ahora conllevarán las mismas tarifas que el alcohol y el tabaco de otros países.
Además quedan derogados los límites al envío de carga por vía marítima entre Estados Unidos y Cuba, y facilita las investigaciones médicas conjuntas. Las nuevas normas están incluidas en un paquete de medidas que buscan relajar el comercio entre ambos países.
Las nuevas normas implican que la gente podrá ingresar a Estados Unidos hasta 100 cigarros y varias botellas de ron desde Cuba. Los habanos más exclusivos pueden venderse hasta por 100 dólares cada uno fuera de la isla, lo que implica que los estadounidenses pueden traer productos cubanos por valor de miles de dólares.
Hasta ahora, a los estadounidenses se les permitía traer cigarros o ron por un valor total máximo de 100 dólares, aunque la aplicación de la norma se ha ido relajando desde que se anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países en diciembre de 2014.
«Perduran los desafíos, y perduran discrepancias severas entre nuestros gobiernos en cuando a temas como la democracia y los derechos humanos, pero creo que los contactos son la mejor manera de lidiar con esas discrepancias y avanzar en cuanto a nuestros intereses y valores», declaró en un comunicado el presidente Barack Obama al anunciar los cambios.
La producción de ron y de cigarros en un sector totalmente estatal en la economía cubana, que funciona bajo un esquema de economía centralmente planificada.
Más de 160.000 estadounidenses viajaron a Cuba el año pasado y se estima que esa cifra se duplicará este año. Cientos de miles de cubano estadounidenses visitan a sus familiares en la isla cada año y podrán tomar ventaja de las nuevas normas, que se anuncian un mes y medio antes de la reanudación de los vuelos comerciales a La Habana después de 50 años.
Entre las nuevas medidas anunciadas el viernes, se permitirá a buques de carga visitar puertos de Estados Unidos directamente después de ir a Cuba. Antes tenían que esperar 180 días. Cuba había denunciado que esa prohibición le imposibilitaba importar y exportar productos con regularidad y estaba frustrando las posibilidades de que un nuevo puerto administrado por las fuerzas armadas en Mariel sea un importante nódulo en el sistema regional de comercio marítimo.