Estados Unidos.- Mark Billingham fue condecorado por el Ejército Británico mientras sirvió como soldado. Era un comando de las temibles SAS, donde estuvo 27 años. Luchó en Irak. Atrapó a un francotirador del grupo terrorista IRA colocándose él mismo como carnada. Pero quizás, lo que más «famoso» lo hizo fueron los 18 meses que pasó como jefe de seguridad junto a uno de los matrimonios más famosos (y ahora malogrados) de Hollywood: el de Angelina Jolie y Brad Pitt.
Billingham contó secretos, temores y miserias de la pareja durante una entrevista concedida al diario The Sun. «Fui el responsable de la seguridad de Brad y Angelina. La carrera militar me sirvió perfectamente para hacerlos con ellos. La principal preocupación de ellos era el secuestro de sus hijos, todo se trata de dinero», comenzó sus infidencias el hombre a quien se le otorgó una Orden del Imperio Británico por su valentía.
«Angie y Brad estaban muy preocupados acerca de quiénes estaban cerca de sus hijos. Estuvo claro desde el comienzo que teníamos una gran química y ellos me confiaban a los pequeños. Nos volvimos muy cercanos, viví con ellos todo el tiempo», recuerda este comando.
Era tal el temor que tenía Brangelina sobre sus seis hijos –Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Knox y Vivienne– que cuando Billingham debía contratar personal extra, no dejaban que ninguno se acercara a ellos. «Podían cuidarlos a la distancia, pero ninguno podía tocarlos», aclaró. Él sí tenía ese privilegio y exagera: «Yo los eduqué, básicamente».
Los «acosadores» resultaban otro gran tema para la pareja de famosos. Contó el caso de un hombre que había seguido a Angelina por todos los Estados Unidos. Entre la multitud que aparecía en cada presencia de la actriz, el hombre la miraba con furia. Nadie lo notaba, salvo Billingham. Un día se acercó a ella como los demás para que le firmara fotografías. Pero él impidió que la mujer se acercara. En cambio, bajó de su vehículo y le pidió las fotos. «Son todas fotos personales», se sorprendió Angelina. «El hombre huyó y apareció luego en el hotel, donde lo detuve», rememoró. «Para mí, era un típico caso como el de John Lennon».
Pero el mayor temor era que atacaran a Pitt y no tanto a Jolie. «Cuando ella estaba con Brad, él mostraba furia en su rostro. La gente la ama a ella, pero lo odia a él», explicó.
Billingham también explicó que no sólo debía cuidar que la famosa pareja estuviera a salvo. Sino que además debía cuidar su imagen, en cierto punto. «No era tanto el lado físico, sino el lado social. Tenía que asegurarme que su imagen estuviera protegida, que estuvieran vestidos adecuadamente y que no hicieran cosas tontas que pudieran ser tomadas por una cámara».
«Me sorprendió el poco sentido común. Encontraba loco que me preguntaran cosas como ‘¿cómo hago para llegar a ese bar?’ o ‘¿qué tengo que hacer para llegar allí?’. No son estúpidos, pero por el mundo en el que viven no hicieron ese tipo de cosas por mucho tiempo. Eso lo encontraba raro», comentó.
Pero había momentos divertidos, según reveló el guardaespaldas: «Una vez, era el cumpleaños de Angelina y estábamos todos sentados en su Audi Q7. No había estado trabajando con ellos durante un tiempo y de golpe Brad cerró todas las puertas, se tiró un pedo y no podíamos salir».
Angelina Jolie pidió el divorcio de su marido Brad Pitt. La noticia sorprendió al mundo del espectáculo y fue el hecho más comentado de diarios, revistas y cadenas de televisión durante semanas. Ahora, la malograda pareja intenta ponerse de acuerdo en los puntos centrales de la fortuna que deberán dividirse y la educación de sus seis hijos.