La campaña de Donald Trump utiliza documentos del FBI recientemente difundidos como prueba de complicidad dentro del gobierno de Barack Obama para proteger a Hillary Clinton.
Los documentos difundidos el lunes demuestran que un alto funcionario del Departamento de Estado pidió ayuda el FBI el año pasado para modificar la clasificación de un correo electrónico en el servidor privado de Clinton. A cambio de ello, el departamento permitiría al FBI enviar más agentes al extranjero.
El FBI rechazó el pedido.
Un asesor de Trump, el teniente general retirado Michael Flynn dijo en un comunicado que los documentos son «prueba irrefutable» de la complicidad de Clinton, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado «para encubrir actividad criminal en los niveles más altos».