QUITO, Ecuador (AP).-
Asilado por años, Julian Assange ha quedado ahora también aislado en su refugio de la embajada de Ecuador en Londres y en una confrontación directa con sus protectores ecuatorianos por cortarle el acceso a internet.
Desde que llegó a la embajada hace más de cuatro años y quedó bajo encierro, el internet fue el cordón umbilical con el mundo del activista australiano y fundador de WikiLeaks. Eso cambió hace unos días, cuando su grupo apuntó hacia la candidata presidencial estadounidense Hillary Clinton y reveló una serie de documentos que la afectaban.
El Gobierno de Ecuador, que ha elogiado a Assange por la que considera su lucha contra abusos de grandes gobiernos y corporaciones, reconoció el martes que cortó el internet al activista, aunque también aseguró que mantendría el asilo para él.
Para algunos, permitir que Assange filtre documentos secretos desde la embajada ecuatoriana puede dañar la relación de Ecuador con Estados Unidos, su principal socio comercial, lo cual pone en un dilema al gobierno del presidente Rafael Correa.
«Antes había costos menores por mantener a Assange», dijo a The Associated Press Santiago Basabe, analista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). «Ahora tienen un costo mayor, porque están cuestiones de seguridad de Estados Unidos y una tensa relación con Rusia de por medio, además de las elecciones de Estados Unidos».