México, 19 Oct (Notimex).- Marte es un planeta rocoso de gran interés para los científicos, pues de haber un segundo hogar para los habitantes de la Tierra se podría elegir a este astro, asegura el presidente de la Sociedad Astronómica de la Facultad de Ingeniería de la UNAM (Safir), Óscar Calderón.
“Cada vez entendemos mejor al planeta rojo, de hecho, se espera que para 2050 se envíe al primer humano a Marte, será uno de los logros más grandes en la historia del hombre, y quizá para dentro de 100 años, ya se pueda establecer una colonia”, indica el especialista.
Aunque se trata del planeta con mayores condiciones para ser habitado por humanos, -comenta-, la tecnología aún no brinda todos los recursos para poder viajar y garantizar la supervivencia, situación que sí podría lograrse en un siglo.
Es uno de los planetas que más llaman la atención, pues, además de su color rojizo, la idea de que pudiera haber vida en ese lugar creó cientos de historias sobre “marcianos”, palabra derivada de ese cuerpo celeste.
Además, es el segundo planeta más pequeño del sistema solar, mide la mitad del tamaño de la Tierra y debe su color al óxido de hierro que existe en su superficie.
Su año equivale a 687 días terrestres, y cada uno de sus días dura media hora más que el de nuestro planeta.
“Maravilla por el hecho de creer que también pudo haber tenido vida, que existieron los marcianos”, relata el presidente de la Safir.
De acuerdo con Calderón Hernández, Marte, nombre proveniente del dios romano de la guerra, llama la atención de los astrónomos desde mediados del siglo 19, al especular que poseía canales para transportación de agua.
“A partir de ahí surgieron muchas historias sobre que podía estar habitado por marcianos, sin embargo, solo fue especulación y aunque sí es posible que pudiera haber tenido vida, eso fue hace mucho tiempo, ahora ya no queda nada”, menciona.
El titular de la Safir, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refiere que Marine 4 fue la primera nave enviada a explorar al planeta, para después dar paso a sondas como el robot Curiosity.
“El hecho de que el Curiosity esté ahí, nos ha permitido determinar cuestiones de ese planeta, como su composición geológica, su atmósfera, que hubo inundaciones y el descubrir hace un año que existe agua salada”, apunta.