Beijing, 20 Oct (Notimex).- El presidente de China, Xi Jiping, y su colega de Filipinas, Rodrigo Duterte, acordaron hoy nuevas conversaciones sobre el territorio en disputa en el Mar del Sur, lo que abre una nueva era de cooperación marítima entre los dos países.
El viceministro chino de Asuntos Exteriores, Liu Zhenmin, señaló a la prensa que los dos líderes acordaron volver a una «vía del diálogo» sobre el Mar del Sur de China en lo que es una «nueva etapa de cooperación marítima».
La visita de Duterte significaba una recuperación completa de la amistad entre Filipinas y China, indicó Liu, quien señaló que la disputa sobre el arrecife Scarborough y parte de las islas Spratly no se planteó en las conversaciones.
Filipinas presentó en 2013 ante la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya (CPA) una demanda sobre su zona económica de seguridad en el Mar del Sur de China, que comprende el atolón de Scarborough y parte de las islas Spratly.
El fallo de la corte en contra de Beijing indicó que no había bases legales para que China reclame sus derechos sobre los recursos del área marítima en disputa y que la potencia asiática había violado los derechos soberanos de Filipinas.
«China ha sido un amigo de Filipinas y las raíces de nuestros lazos son muy profundas y no son fácilmente roto,» sostuvo Duterte en un discurso en el Gran Salón del Pueblo después de reunirse con Xi durante 30 minutos.
«A pesar de que llegamos a Beijing cerca de la temporada inviernal, esto es una primavera en nuestra relación», afirmó.
Duterte reforzó su discurso desde que asumió la presidencia de Filipinas en junio pasado sobre los beneficios económicos que se desprende de estrechar sus lazos con Beijing, mientras ha cuestionado repetidamente la alianza de su país con Estados Unidos.
Funcionarios de ambos países firmaron 13 pactos en áreas como comercio, inversión, turismo, narcóticos y cooperación marítima.
«En un momento dado, si Duterte quiere cosechar los beneficios económicos de su visita a China tendrá que pagar los platos rotos», dijo Malcolm Davis, analista en el Instituto Australiano de Políticas y Estrategias en Canberra.
Antes de su reunión con Xi, Duterte explicó el pivote su política exterior con China en los términos más claros ante cientos de filipinos en Beijing, «es el momento de decir adiós» a Estados Unidos.
«La política exterior se desvía ahora hacia China», manifestó Duterte la noche del miércoles antes de una reunión con el presidente de China, Xi Jinping.
«No habrá más interferencia de estadunidenses. No habrá ejercicios militares con estadunidenses», señaló ante una multitud. «No voy a ir más a Estados Unidos» para obtener ayuda.
Estados Unidos ha sido el aliado más cercano de Filipinas desde la independencia de ese país en 1946, y las naciones están unidas por tratados formales en temas de Defensa y varios aspectos financieros y cooperación.
La difícil situación de los pescadores filipinos que buscan reanudar la actividad en el atolón de Scarborough, cuyo control tomó China en 2012, no fue mencionado en el encuentro con Xi.