diciembre 13, 2024
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Peltre, el material de la nostalgia

octubre 21, 2016 | 909 vistas

¿Quién no ha disfrutado los placeres de un café caliente, un buen trago de mezcal, o un delicioso bocado en un utensilio de peltre en los años recientes?

Luego de algunos años de decadencia, la utilización de peltre  —un metal producto de la aleación de estaño, cobre, antimonio y plomo, que fue creado en Alemania en la década de 1760— ha recobrado fuerza en los últimos años. Hoy en día vive un nuevo aire no solo dentro de la cocina, sino también en el arte contemporáneo y en el diseño de interiores, por mencionar algunas aplicaciones.

Primeros usos del peltre

El uso de este metal ha tenido altas y bajas, hablando de la clase social que ha decidido utilizarlo a lo largo de su historia. En su primera inclusión en las artes y en la cocina, durante la Edad Media, este material llegó a las mesas de las clases mejor acomodadas a sustituir platos y vasijas de madera por brillantes vajillas de peltre.

A su llegada a México, entre los siglos XVIII y XIX, se instaló rápidamente en las cocinas de la clase media y baja, manteniéndose hasta ahora como uno de los materiales favoritos para cocinar por su excelente conducción del calor y por su precio que, hasta hace algunos años, solía ser bajo.

Su uso en la cocina decayó drásticamente cuando se dieron a conocer los riesgos de la liberación de plomo en los alimentos y sus efectos negativos; sin embargo, la industria metalúrgica actuó rápidamente para reformular y reducir los riesgos en el uso de utensilios de cocina fabricados con peltre, sin eliminar en su totalidad el plomo.

El peltre en la actualidad

Existen tres variedades de peltre: fino, trifle y lay (también conocido como ley). Solo los dos primeros se utilizan para artículos relacionados con los alimentos por tener nulas o bajas cantidades de plomo.

Hoy en día muchas piezas de diseño, sean o no del ámbito culinario, retoman este material e incluso emulan sus colores y patrones para traernos nostalgia y para recordarnos que este puede ser un metal precioso no por su valor, sino por su arraigo en la cultura y en la cocina mexicana.

Hoy, décadas después, se llenan nuevamente las alacenas con platos, pocillos, cucharas, ollas y demás utensilios de peltre.

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