Julio Hernández MATAMOROS, Tam.-
Llegan más menores de Honduras y El Salvador que cruzan el país sin la supervisión de un adulto, los que por lo general utilizan el ferrocarril que llega hasta Matamoros y son parte de los refugiados que atienden en la Casa del Migrante de esta ciudad.
Así lo informó el administrador del albergue, Juan Antonio Sierra Vargas, quien subrayó que el movimiento de migrantes que buscan el llamado “sueño americano” no cede, por lo que a dicha casa asistencial de la Diócesis de Matamoros arriban muchos de ellos, por lo que ha comenzado a escasear la ropa que se les otorga a los viajeros que pernoctan en su espacio.
“Están llegando menores de edad, tres en los últimos días. Ellos buscan estar en Estados Unidos con asilo. Les hemos pedido que lleven la documentación, que se vayan con identificación para que tengan alguna facilidad”, indicó.
Agregó que en la actualidad solo ocho migrantes emplean el servicio que se ofrece en el edificio, por lo que hay espacio para captar la demanda que se genere en los próximos días, aunque requieren de donaciones de ropa.
La llegada de centroamericanos a Matamoros persiste pues tan solo este fin de semana se espera que arribe una familia integrada por tres adultos y siete niños, mientras el ingreso de menores a la Casa del Migrante registra un aumento con la estancia de tres personas que han llegado sin compañía y en ferrocarril desde Nuevo León.
“Están llegando en diferentes tiempos, pero sí vienen bajo el sueño de estar en Estados Unidos”, dijo el encargado de la Casa del Migrante.
Julián Moreno Delgado, delegado del Instituto Nacional de Migración, también a señalado que en las últimas semanas la presencia de varios ciudadanos centroamericanos que se han detectado en este puerto fronterizo, y esto se da a pesar de que el viaje que realizan los migrantes es cruzando prácticamente toda la República Mexicana hasta esta frontera, está llena de peligros y obstáculos.
Indicó que en la dependencia federal se reciben en el programa de Recepción de Migrantes alrededor de 500 personas al mes y de ellas entran buscando regularización alrededor de 80 personas mensuales, entre centroamericanos, sudamericanos e incluso de Europa.