CARTAGENA, Colombia, octubre 29 (Notimex)
La educación es el gran igualador social, que mejora no sólo las condiciones de vida de las personas y sus familias, sino también detona el desarrollo de las comunidades y los países, aseveró el presidente Enrique Peña Nieto, ante jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica.
Durante la primera sesión de trabajo de la XXV Cumbre Iberoamericana, el mandatario mexicano subrayó que “el mayor activo de Iberoamérica es su juventud”, y por ello, los gobiernos “debemos seguir promoviendo políticas públicas que aprovechen su capacidad y construyan sociedades más incluyentes y mejor preparadas”.
Recordó que desde la pasada Cumbre, celebrada en México, los países iberoamericanos coincidieron en la importancia de la educación de los jóvenes, y en la Declaración de Veracruz, acordaron trabajar en estrategias innovadoras para garantizar una educación universal y de calidad, así como la importancia de respaldar a las nuevas generaciones.
Ahora, dijo, “damos continuidad a estos esfuerzos con los temas de esta Cumbre, que son: juventud, educación y emprendimiento”, y propuso ante la Secretaría General, asumir el reto de diseñar una manera novedosa para dar seguimiento y ganar la competencia por la educación.
Peña Nieto sostuvo que México realiza acciones que promueven los emprendimientos a nivel global, así como la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas.
México está haciendo su parte al impulsar una reforma educativa, para hacer realidad el derecho a educación de calidad en todos los mexicanos, así como para lograr profesionalización del magisterio, a través de su evaluación, capacitación y actualización, subrayó.
Hay inversión en infraestructura educativa y se están revisando los programas de estudio, con la premisa de que los niños aprendan a aprender, mientras que en la educación superior, se ha puesto especial énfasis en la educación tecnológica.
Añadió que en las universidades tecnológicas y politécnicas se preparan 870 mil estudiantes; 25 por ciento más de los que entonces se preparaban en 2012, y el 80 por ciento de estos jóvenes son la primera generación de su familia en llegar a la educación superior.
Para redondear estos esfuerzos, se adoptaron nuevos mecanismos de vinculación con las empresas, para que los jóvenes complementen su educación con un componente práctico profesional.