diciembre 12, 2024
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noviembre 3, 2016 | 135 vistas

BARTELLA, Irak, noviembre 2 (AP)

Las fuerzas especiales iraquíes hicieron una pausa este miércoles en su avance hacia Mosul y trataron de expulsar a milicianos del grupo Estado Islámico de un barrio recapturado, en una jornada de mala visibilidad causada por el clima.

Este miércoles, efectivos de las fuerzas especiales iban casa por casa en el vecindario de Gogjali, en la segunda ciudad más grande del país. Varios zapadores buscaban explosivos en la carretera y trampas explosivas que hubieran dejado los combatientes del grupo extremista, expulsados el día interior del distrito oriental de Mosul.

El contingente impuso un toque de queda en el barrio mientras se consolidaban los avances, indicó el general Abdul-Ghani Al-Asadi, máximo comandante de las fuerzas antiterroristas.

“Tememos que los milicianos de Daesh puedan atacar a nuestras fuerzas o la localidad con morteros”, dijo, empleando la sigla en árabe para el grupo EI. “De modo que por seguridad de las familias, les pedimos que permanezcan dentro de sus casas”, dijo en Bartella, unos 15 kilómetros (nueve millas) por detrás del frente.

No estaba previsto hacer nuevos avances el miércoles, señaló el general de brigada Haider Fadhil, ya que la alta humedad y las nubes oscurecen la visión de aeronaves tripuladas y drones, una pieza clave de las operaciones asistidas por una campaña estadounidense de ataques aéreos.

Desde el barrio de Gogjali, que está dentro de los límites de Mosul pero justo a las afueras de distritos más urbanos, apenas se oían armas, salvo por disparos esporádicos de rifles y algo de fuego de artillería sobre las posiciones del grupo extremista EI. Fadhil dijo que las fuerzas especiales habían detenido a tres supuestos milicianos del grupo EI en la zona.

La pausa llegó después de que las tropas iraquíes entrasen el martes en la ciudad por primera vez en más de dos años, preparándose para combates urbanos que se espera lleven semanas, si no meses.

En la próxima fase, los soldados tendrán que recorrer calles probablemente sembradas de bombas, y tratarán de ir casa por casa sin matar a civiles, de los cuales más de un millón aún permanecen en la ciudad.

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