Fabiola Escobedo.-
En el concurso de altares que se llevó a cabo el pasado fin de semana, esto con motivo de la celebración del Día de Muertos, donde resultó ganador el del maestro Carlos Valdez, homenajearon al muy querido victorense Belem Fortunato Peña García, quien fue una figura emblemática para el quehacer artístico en la Capital.
Él fue un hombre con un corazón inmenso, quien hasta el último de sus días estuvo retribuyéndole al teatro en Tamaulipas mucho de lo que obtuvo de esta profesión, la cual le dio el sustento vital.
Él nació en el mes de diciembre de 1965, empezó su carrera en el teatro en 1982 como alumno del profesor Manuel Garza, en el grupo de la “Preparatoria Federalizada Número Uno”, para después seguir su formación con el maestro Carlos Valdez, con quien participó en varios montajes, en 1986 conformó el grupo de teatro llamado “Filos”, el cual sigue activo hasta la fecha.
Actor experimentado con una basta trayectoria como director, bailarín y escritor, recordado por su personaje del diablo en pastorelas, pero sobre todo es inmortalizado en la memoria cultural del estado en el ámbito teatral, por la calidad como ser humano, pues fue una persona que siempre extendió ayuda a quien la necesitaba, hospedando a quienes eran foráneos y venían a presentar puestas a la Capital. Contó con premios y menciones como actor, y con galardones por sus trabajos como director.
Ante su recuerdo abundan expresiones para él como: “¡El gordo!”, “¡Mi gordo!”, “Con amor para Belem”, pues siempre fue como un hermano para sus compañeros, con las charlas amenas, las palabras de aliento, con los diciembres compartidos, la algarabía en sus reuniones, los miles de proyectos y sueños por hacer.
Por esto y más, el pasado 30 de octubre le realizaron un merecido homenaje con un altar de muertos, que incluso fue el ganador a nivel local, donde muchos colaboraron para que luciera grandioso, como una réplica exacta del cariño que albergan en sus corazones.
