Alfredo Guevara.-
Los niños en la cárcel, hijos de madres reclusas que no están involucradas en delitos graves o relacionados con la delincuencia organizada, podrán crecer fuera prisión con sus padres, en base a una iniciativa de Ley, e incluida en artículo 144 del nuevo Sistema de Justicia Penal, Acusatorio y Oral, confirmó Mariano Lara Salazar.
El diputado federal por el Partido Nueva Alianza, admitió que no existe un censo de la cantidad de menores que se encuentran en esa circunstancia, aunque cifras extraoficiales, revelan que hay por lo menos unos 13 mil pequeños, en su mayor parte en penales estatales de todo el país.
Estableció que corresponderá a los defensores de oficio la posibilidad de intentar que todos los menores de edad que se encuentran en esa situación, buscarles la alternativa contemplada en la ley para que crezcan al lado de su madre, fuera de la cárcel, con penas alternativas para quienes no cometieron delitos graves.
“En su momento se propuso que entre las penas alternativas, es que las madres puedan tener cinco días de libertad por dos de reclusión o bien, que tengan libertad en el día y regresen a cumplir sus condenas en la noche a los penales, con el objeto de que los menores de edad no crezcan y estén fuera de ese ambiente”, aseveró.
Mariano Lara Salazar informó que la propuesta de Nueva Alianza se ha ido complementando, al incluir que, cuando las madres reclusas en algún penal estén embarazadas, tengan las mejores condiciones para que no dé a luz en el reclusorio, sino en un hospital, donde reciba los mejores cuidados por parte del personal.
Incluso, que en las actas de nacimiento de los recién nacidos, no se registre que nació en el interior de un penal.
Dijo estar convencido que, más que medallas, la tarea de los legisladores federales es ayudar a que se den las mejores herramientas, con leyes que garanticen una mejor calidad de vida de los ciudadanos en general.
Señaló que la disposición está establecida en la ley y que dependerá de los defensores de oficio, buscar este beneficio para las madres que cumplen una sentencia al interior de alguno de los reclusorios, por delitos considerados como no graves, ni relacionados con la delincuencia organizada.
