SELMA, North Carolina, EU., noviembre 5 (AP)
Las legiones de seguidores de Donald Trump cada vez están más confiadas en un triunfo, y muchos afirman que no aceptarán la derrota.
“Vamos a ganar. Y si no ganamos y Hillary sí, creo que vamos a tomar el Gobierno”, dijo Nancy Fraize, de 51 años y quien trabaja limpiando casas en Manchester, New Hampshire. “Personalmente creo que estaremos en la Casa Blanca sentados en el jardín frontal. En armas”.
Su visión del posible resultado y las consecuencias no son raras. Las encuestas muestran una contienda indefinida y un renovado análisis a los emails de Hillary Clinton a tan solo unos días de la elección. Además, una encuesta realizada el mes pasado reveló que tan solo una tercera parte de los republicanos confía en que los votos se contarán de manera justa.
La mezcla de confianza en Trump y desconfianza en quienes ocupan el poder se reflejó una y otra vez en más de dos decenas de entrevistas a sus seguidores en estados donde la contienda presidencial aún no está definida.
Quienes respaldan a Trump confían de manera casi uniforme en las posibilidades de su candidato, pese a las controversias que han rodeado su campaña a lo largo del año y a las encuestas de opinión que lo colocan detrás de Clinton en estados potencialmente decisivos. Muchos de los entrevistados están de acuerdo con las incendiarias declaraciones del aspirante republicano de que la elección podría estar “amañada”, un desafío sin precedentes a la tradición democrática del país.
El empresario neoyorquino habla de sus seguidores como un “movimiento”, cuyos integrantes han sido atraídos por su fama, su retórica populista y sus acusaciones contra la demócrata Clinton, a quien califica como la personificación del poder en Washington que muchos estadounidenses creen que se ha olvidado de ellos.
Desde los comienzos de su candidatura, Trump ha atraído a seguidores recalcitrantes que han asistido a varios mítines y han visto por Internet muchos más.
La mayoría de los seguidores de Trump que fueron entrevistados se dijeron convencidos de que cuenta con el ímpetu necesario, especialmente después del anuncio del director del FBI, James Comey, acerca de la revisión de más emails que podrían estar relacionados con el servidor privado de Clinton. Y muchos de quienes están a favor del empresario son sumamente escépticos de las encuestas de opinión pública.