HONG KONG, China, noviembre 6 (AP)
Miles de manifestantes marcharon en Hong Kong este domingo para demandar que el Gobierno de China no interfiera en una disputa política en la ciudad, luego de que Beijing dijera que iba a intervenir en contra de activistas a favor de la independencia del territorio.
La disputa se centra en una provocativa demostración del estado de ánimo anti China por parte de dos legisladores recién electos, durante su juramentación el mes pasado.
La máxima comisión legislativa de China dijo que Beijing debe intervenir para disuadir a partidarios de la independencia de la ciudad, diciendo que sus acciones representaban una amenaza a la seguridad nacional. La comisión dijo en una declaración que China no podía darse el lujo de no hacer nada ante los desafíos a la autoridad china en Hong Kong, dijo la agencia noticiosa oficial Xinhua el sábado por la noche.
Este domingo, miles de personas marcharon por el centro de Hong Kong para expresar su oposición a los planes de China de intervenir, diciendo que ese paso minaría la autonomía del territorio y la independencia de su poder judicial.
Los manifestantes llevaban carteles que decían “Defendamos el imperio de la ley”. Exigieron la renuncia del jefe del gobierno de la ciudad, Leung Chun-ying, que apoya a Beijing.
Algunos dijeron que si la máxima comisión legislativa china emite su propia interpretación de la juramentación, eso minaría la actual revisión del caso por parte de las cortes de Hong Kong.
“A largo plazo, eso dañará nuestra confianza en la corte”, dijo Alvin Yeung, un legislador del territorio. “Eso dará, a largo plazo, la confianza de los inversionistas internacionales en la estabilidad de Hong Kong y el imperio de la ley y por supuesto en cómo nuestra corte funciona”.
Una comisión legislativa en Beijing dijo que las palabras y acciones de los dos legisladores de Hong Kong —Sixtus Leung and Yau Wai-ching— “representaron una grave amenaza a la soberanía y la seguridad nacionales”, dijo Xinhua.
Leung y Yau, del partido Inspiración Joven, alteraron sus juramentos para insertar un término ofensivo japonés hacia China. Mostrando una bandera que decía: “Hong Kong no es China”, prometieron defender “La nación de Hong Kong”.