CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 12 (Agencias)
Cuando se hizo oficial que Donald Trump ganó las elecciones por la Casa Blanca, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) la canciller Claudia Ruiz Massieu y su equipo de trabajo trazaron una “ruta de acciones de defensa y promoción de la comunidad mexicana en Estados Unidos”.
Definida la ruta, la canciller envió el plan, en un correo electrónico a los 50 cónsules y al embajador Carlos Sada con instrucciones claras: prepararse para reaccionar ante los cambios del nuevo gobierno y, “de generarse temor entre la población indocumentada”, refrendar su cercanía con los connacionales. El énfasis en varias líneas estuvo en “evitar controversias”.
“Se deberá además evitar posiciones controvertidas y supuestos sobre posibles políticas y programas del próximo gobierno de Estados Unidos.”
En el cuerpo del correo, que obtuvo Excélsior, la responsable de la política exterior escribió “muy estimados cónsules… tendremos que enfrentar (la transición presidencial) con entusiasmo, seguridad e inteligencia. Mientras conocemos más detalles sobre el plan de trabajo del nuevo gobierno, y observamos la conclusión del que termina su mandato en enero del próximo año, les pido, de la manera más atenta, estar lo más cerca posible de nuestra comunidad”.
LA ESTRATEGIA
La guía de trabajo contiene lineamientos para atender consultas públicas y una serie de acciones que deben aplicar, como reforzar las campañas del Centro de Información y Asistencia a Mexicanos (CIAM); redoblar esfuerzos para identificar grupos comunitarios, organizaciones, sociedad civil o iglesias para “establecer canales de comunicación de doble vía” con los connacionales.
“Mi intención es ampliar el mandato de los consulados en Estados Unidos para convertirlos realmente en nodos de cabildeo político y promoción de los intereses de México”, escribió Ruiz Massieu.
Identificar la oferta de prestadores de servicios legales en materia migratoria, certificados por la Junta de Apelaciones Migratorias y determinar qué regiones tienen mayor riesgo de desarrollar políticas que podrían vulnerar a los mexicanos en ese país.
“La Cancillería, embajada de México en EU y la DGPME trabajan con el grupo de Consulta sobre Derechos Civiles de los Mexicanos en Estados Unidos en el desarrollo de la estrategia legal de defensa de connacionales que podrían ser sujetos de medidas de control migratorio más estrictas”, se informa.