Elizabeth Guevara.-
Durante mi recorrido dominical, acudí a la plaza Hidalgo, esa que todos reconocemos pues tiene un fantástico quiosco lleno de historia y que se ubica justo en el centro de nuestra hermosa Capital.
Caminar entre la plaza rodeada de esos arbustos y árboles frondosos me transportó a mi infancia en donde jugaba junto a mis primos, corriendo, saltando y haciendo fila para subirnos al trenecito, que por supuesto sigue vigente y es algo que tanto padres e hijos disfrutan recorrer.
Otra cosa que me fascinó fue ver a los chiquitines subirse a los brincolines, como el pequeño Uriel que no dejó de saltar y hacer nuevos amiguitos o en el caso de la bella Danielita, quien iba a toda velocidad en su cochecito, eso sí siempre acompañada de su papá.
Pero la diversión no es exclusiva de los niños, los grandes también tiene su momento en este lugar, como Edwin y Samantha, quienes decidieron pasar una tarde diferente, llena de risas, derramando amor en este lugar, pues se reflejó en las sonrisas que se daban uno al otro.
Las familias son parte esencial y fue muy grato ver cómo unían sus lazos de amor y cariño, ya sea charlando o riendo mientras alimentaban a las palomas, quienes se acercaron al ver que lanzaban maíz y frituras.
Otra de las cosas que me encantaron fueron los antojitos que vendieron ahí, como elotes asados con un toque de chile muy típico de los mexicanos, o la fresca variedad de frutas para este calorcito que de pronto nos sorprende en pleno clima otoñal.
Sin duda pasé un fin de semana excelente, así que te invitó a que asistas a estas atracciones que nuestra ciudad nos ofrece y por supuesto si ves la cámara del periódico El Diario de Ciudad Victoria, regálanos tu mejor sonrisa y forma parte de esta divertida sección.