ATENAS, Grecia, noviembre 15 (AP)
Policías griegos antimotines usaron el martes granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a unos tres mil manifestantes de izquierda que protestaron en las calles contra la visita del presidente Barack Obama, luego que la muchedumbre intentó ingresar a un área restringida.
La policía arrestó al menos a cuatro personas y dijo que una mujer resultó levemente herida por los enfrentamientos, que se realizaron lejos de donde se reunía Obama.
La manifestación se tornó violenta cuando jóvenes con cascos de motociclistas y máscaras de gas, y armados con palos de madera y bombas incendiarias, trataron de atravesar un área acordonada por la policía enfrente de una barrera formada por autobuses policiales. Los manifestantes retrocedieron al campus de la universidad Politécnico de Atenas, donde surgió un levantamiento estudiantil en 1973, y enfrentaron a la policía corriendo de un lugar a otro, lanzando docenas de cocteles molotov.
Los grupos anarquistas y de izquierda que organizaron la protesta habían planeado llegar a la embajada estadounidense en Atenas. Pero las autoridades prohibieron manifestaciones en una gran parte de la ciudad para asegurarse que los protestantes no se acercaran a Obama, quien estaba cenando en la residencia del presidente griego Procopis Pavlopoulos.
Unos cinco mil simpatizantes del partido comunista participaron en otra protesta pacífica en el centro de Atenas y mil personas se manifestaron en la segunda ciudad más grande de Grecia, Tesalónica.
El dirigente del partido comunista Dimitris Koutsoumbas describió la visita de Obama como una provocación.
“(Estados Unidos) es un estado que provoca golpes de estado, intervenciones y guerras imperialistas de Ucrania al oriente del Mediterráneo, el Medio Oriente, el norte de África, Asia y Latinoamérica”, dijo a simpatizantes.
Grecia depende de rescates internacionales para pagar sus deudas, y ha sido forzado por sus acreedores a aplicar recortes salariales fuertes, aumentar los impuestos, recortar beneficios públicos y realizar reformas económicas.
Existe una fuerte tradición antiestadounidense entre los izquierdistas griegos, que todavía resienten el apoyo de Estados Unidos a la dictadura militar griega de 1967 a 1974.
“El imperialismo estadounidense no ha cambiado”, dijo Panayiotis Lafazanis, dirigente del pequeño partido Unidad Popular. “Los presidentes estadounidenses y los gobiernos han tenido, y siguen teniendo, un papel de liderazgo en el saqueo que nos hacen con los rescates a nuestro país… y sus intervenciones están ahogando nuestras partes del mundo en sangre y creando olas de refugiados”.
