PHOENIX, Arizona, EE.UU. (AP) — Un juez federal en la ciudad de Tucson le ordenó a la Patrulla Fronteriza que mejore las condiciones en sus instalaciones de detención en la mayor parte de Arizona, pues dice que la agencia no se está apegando a sus propios estándares al mantener a los inmigrantes en celdas sobrepobladas y frías sin ropa de cama adecuada.
El juez David Bury emitió la orden temporal el viernes, en la que requiere que el Sector Tucson de la Patrulla Fronteriza proporcione colchonetas limpias y sábanas a los migrantes detenidos durante más de 12 horas y les permita lavarse.
Bury dijo que los demandantes presentaron evidencia convincente de que las necesidades básicas de los inmigrantes no están siendo satisfechas.
El caso fue interpuesto el año pasado por la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), el despacho de abogados Morrison and Foerster y otras organizaciones partidarias de los derechos de los inmigrantes que dicen que las instalaciones de retención de la Patrulla Fronteriza en Arizona carecen de las condiciones sanitarias adecuadas, son extremadamente frías e inhumanas.
Los migrantes suelen llamar «hieleras» a las celdas.
«Creemos que las condiciones estaban tan por debajo del nivel adecuado que cuando se tiene a gente, ya sea dos noches o una noche durmiendo en el piso, eso está simplemente por debajo de cualquier estándar constitucional o norma de decencia», dijo Dan Pochoda, asesor legal de la ACLU.
Bury emitió la orden temporal tras una audiencia anteriormente esta semana en la que ambas partes presentaron sus argumentos.
La Patrulla Fronteriza ha defendido su forma de proceder, y dijo que está comprometida con la seguridad y el bienestar de los detenidos. La agencia no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios en torno a la orden el viernes por la noche.
Sostiene que les da a los inmigrantes lo necesario para que puedan cubrir sus necesidades básicas de acuerdo con sus propias políticas, y que los agentes proporcionan atención médica, calor, higiene, alimentos y agua, y que les permite a los detenidos que duerman.
Sin embargo, fotografías divulgadas este año tras una batalla legal del gobierno para mantenerlas selladas muestran a hombres apretados debajo de una delgada frazada y una mujer que usa el piso de concreto lleno de basura para cambiarle el pañal a un bebé.
Otras fotografías muestran retretes oxidados, papel de baño sucio en el piso y un bebedero que no funciona bien en las áreas de detención.
En un principio la demanda fue presentada en nombre de tres inmigrantes, pero ahora es colectiva.