MOSCÚ, Rusia, noviembre 21 (Notimex)
El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó hoy a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de buscar un “enemigo externo” para mantener su propio orden interno y advirtió que Rusia responderá a su ampliación aplicando contramedidas.
“No siempre entiendo la lógica de nuestros socios”. “A veces uno se forma la impresión de que se necesita mantener la disciplina en el llamado bloque atlántico y para eso es necesario un enemigo externo”, dijo Putin en una entrevista para la película de Oliver Stone “Ucrania en llamas”.
Ante esta situación, Rusia se ve obligada a “aplicar contramedidas”, es decir apuntar nuestros sistemas de misiles contra los objetivos que, según nuestra opinión, comienzan a amenazarnos en Europa, según reportes de la agencia de noticias Sputnik.
De hecho, este lunes se conoció que Rusia va a desplegar sistemas de misiles Iskander y S400 en el enclave de Kaliningrado (territorio ruso entre Polonia y Lituania), como medida de respuesta al emplazamiento de sistemas de misiles por parte de Estados Unidos en Europa.
En otra parte de sus declaraciones, Putin consideró que Rusia reacciona “con tanta inquietud” ante la ampliación de la OTAN porque le preocupa “la práctica de la toma de decisiones”.
“Yo sé cómo se toman las decisiones: cuando un país llega a ser miembro de la alianza atlántica, para él es muy difícil oponerse a la presión de un país tan grande y líder de la OTAN como Estados Unidos”, apostilló en un momento de la película, que se estrena este lunes.
Tras la anexión de Crimea a Rusia y el conflicto en el este de Ucrania, la OTAN suspendió toda cooperación civil y militar con Moscú pero mantuvo los canales del diálogo político, la comunicación militar y la labor del Consejo OTAN-Rusia, un foro de consultas bilaterales.
La última reunión del Consejo OTAN-Rusia tuvo lugar en Bruselas el 13 de julio pasado, varios días después de la cumbre en que la alianza atlántica aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa.
La OTAN decidió emplazar cuatro batallones multinacionales, de 600 a mil militares cada uno, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en el marco de su política de contención frente a Rusia.
La expansión de la OTAN es uno de los principales focos de tensión en las relaciones entre Rusia y Occidente, como se ha visto en el caso de Ucrania en los últimos años.