CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 26 (Agencias)
En 90 minutos Ricky Martín llevó a más de diez mil personas a una fiesta, donde tuvo cabida la euforia, la reflexión, la nostalgia y la adrenalina durante el paso de su One World Tourpor el Auditorio Nacional.
Sin embargo fue al momento del cierre, cuando sonaba “Por arriba”, que Ricky Martin realizó una dinámica, donde unió a todo el Auditorio Nacional en un solo movimiento y después abogó por el poder de la energía para apoyar a Estados Unidos.
“Yo creo que desde aquí le podemos mandar mucho amor y mucha paz a un país que le hace mucha falta, que es el que está acá arriba.
“Nos toca a nosotros darles todo el amor y toda la comprensión. Les hace falta mucho amor. Mucho amor”, dijo Ricky a la audiencia.
Con una salida desenfrenada a las 21:00 horas, Ricky invitó a todos a entrar en calor con “Mr. Put It Down” y “This is Good”.
Ocho bailarines le prepararon el camino y él apareció, sobre una plataforma, iluminado cual estrella de cine.
Su imagen sexy al ojo femenino (y al masculino también) era el resultado de vestir traje formal y corbata que contrastaban con su cabello alborotado y su abundante barba.
“Que se sienta el calor, México, ¡venga!”, gritó el boricua animando al público a mover el cuerpo sin control, “en la parte de atrás, ¿cómo la están pasando?”, agregó sin dejar de moverse.
“Mi misión es que te vayas sin voz de tanto cantar y sudado de tanto bailar, ¿podemos llegar a ese nivel de efusión?”, preguntó el cantante y el público le contestó con un grito que desgarraba gargantas y lastimaba oídos.
Sin darles tiempo para sentarse ni un segundo, Ricky puso a bailar a las más de diez mil personas a ritmo de “Drop it”, “Shake” y “Adrenalina”, temas donde se acompañó todo el tiempo de sus bailarines y donde mostró sus mejores pasos de baile.