diciembre 14, 2024
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noviembre 28, 2016 | 357 vistas

Tlalpujahua, Mich., 28 Nov (Notimex).- Las esferas van más allá de ser simples objetos de decoración de temporada, ellas representan ilusiones y sueños de familias, aseguró doña Lilia Monroy Téllez, quien desde hace más de una década se dedica a su elaboración.

En el pueblo mágico de Tlalpujahua, Michoacán, a un costado del Santuario de Nuestra Señora del Carmen, es donde doña Lilia y su familia han establecido su pequeño taller de elaboración de esferas, las cuales se han distinguido por su gran variedad de diseños y colorido.

Cuadradas, redondas, cilíndricas, romboides, en formas de árbol de Navidad, de frutas, de flores, algunas lisas, otras en colores brillantes o mate, son algunas de las formas que pueden tomar, porque según Monroy el límite para crearlas llega hasta donde termina la imaginación.

“Es un oficio muy bonito, que no sólo nos da para comer, sino que también nos permite regalar ilusiones, porque eso son para mí las esferas, ilusiones que se colocan en los árboles de Navidad”, comentó la artesana, quien desde hace más de una década se dedica a este oficio junto con familia.

Lilia, su esposo y sus tres hijos, cuidan cada detalle de la elaboración, pues no olvidan que la base y esencia de su taller es que hacen esferas personalizadas, todas hechas a mano y con mucho entusiasmo.

Sin importar que la mayor parte del tiempo se encuentre cubierta por la brillantina o residuos de pegamento en su ropa, esta artesana comienza desde muy temprano a acomodar las esferas por tamaños y modelos, esperando que los visitantes lleguen.

“Hay días que viene mucha gente, otras no tanta, pero siempre abrimos y más en esta época del año que se acerca la Navidad y nos vistan de muchas partes del país y del extranjero, aunque lamentablemente son los que menos compran y no por falta de ganas, sino porque no pueden llevar tanto en el avión”, comentó.

Explicó que los extranjeros se quedan maravillados con los modelos tan originales de las esferas, que han llevado al poblado a convertirse en uno de los cinco sitios más importante de Latinoamérica en la fabricación de esferas navideñas.

Orgullosa de su oficio, doña Lilia reconoció que es apasionante hacer esferas y aunque todo inicia en el taller de soplado, ella tiene a su cargo el terminado final.

Asimismo, su tío Heriberto Téllez, quien por 35 años ha sido soplador de vidrio, es el encargado de dar forma a las varas de cristal, que se moldean al calor de soplete, para generar alrededor de 500 piezas al día.

De esta vara de vidrio importado de Alemania, se va moldeando la figura, que llega a manos de Lilia para ser bañada en nitrato de plata, y luego ser sumergida en agua caliente y de esta forma ayudar a cubrir mejor las paredes de la esfera que posteriormente será decorada con una jeringa.

«El tiempo de decorado puede variar según el diseño, hay algunas que tardó tan solo 20 minutos, otras requieren más», comentó la artesana, quien todo el año produce.

De julio a diciembre es cuando más producción se tiene, mientras que en el primer semestre del año lo dedican a hacer fruta de vidrio u otros adornos.

Alrededor de 100 modelos de esferas tienen en este taller por la temporada decembrina, y aunque algunos se venden más que otros, el gusto por realizarlas es el mismo.

Algunos compran, otros sólo desean ver el proceso de elaboración, lo cual le gusta a esta mujer, que además se encarga de atender a sus pequeños hijos, que al igual que ella ya tiene bien aprendido el oficio.

Además, sus hijos también buscan diseños atractivos, como algunos basados en series infantiles como «Dragón Ball Z», “Los Pitufos”, princesas y hasta logos de equipos de futbol.

«El chiste de hacer esferas, es crear», señala Monroy Téllez, quien al igual que muchos del pueblo aprendió el oficio en la antigua fábrica de esferas del lugar.

De acuerdo con datos oficiales, más de 10 mil personas en esta localidad ubicada cerca de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca viven directa o indirectamente de la producción de esferas.

En los últimos años se ha desarrollado de manera paralela una importante industria de adornos navideños, que son hechos con diversos materiales, que van desde ramas de árboles secos, hojas, y hasta telas, todo con excelente calidad.

Se estima que existen en este poblado cerca de 150 talleres o microindustrias dedicadas a la producción de artículos navideños.

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