La Confederación Brasileña de Futbol (CBF) pidió al Chapecoense, equipo que perdió en un accidente aéreo a casi toda su plantilla, que dispute la última jornada de liga.
El Chapecoense debía jugar el fin de semana contra el Atlético Mineiro en la trigésima octava y última jornada del Campeonato Brasil, pero fue aplazada una semana con motivo de los siete días de luto decretados por la propia CBF por la tragedia del Chapecoense.
El partido se antojaba intrascendente de antemano ya que ambos equipos se habían asegurado ya sus respectivos objetivos de cara a la próxima campaña. El equipo de Chapecó estaba matemáticamente clasificado para la Copa Sudamericana y el de Belo Horizonte, para la Copa Libertadores.
Ese encuentro tiene que celebrarse, tiene que ser una gran fiesta», dijo el presidente de la CBF, Marco Polo del Nero, al presidente interino del Chapecoense, Ivan Tozzo, según declaró este último en una rueda de prensa celebrada en el estadio Arená de Conda, en Chapecó.
De las 71 víctimas mortales registradas en el siniestro, 19 eran jugadores del Chapecoense, y otros miembros del cuerpo técnico y la directiva, por lo que el equipo ha quedado prácticamente diezmado.
Tozzo, según dijo, le comentó a Del Nero que el equipo no cuenta con los once jugadores necesarios para la disputa del encuentro, a lo que el presidente de la CBF respondió: «Sí los tienes. Tienes a los jugadores de las categorías de base y a los que se quedaron».
Clubes brasileños ofrecieron jugadores al Chapecoense para que encare la próxima temporada.
La CBF se comprometió a respetar la decisión que adopten el Chapecoense y el Atlético Mineiro.