STONY BROOK, Nueva York, E. U., noviembre 30 (AP)
Ante la ola de ataques con armas de fuego en escuelas y otros lugares públicos en Estados Unidos, las autoridades están lanzando una campaña para entrenar al personal presente en esos planteles en primeros auxilios.
Los cursos incluyen temas como por ejemplo cómo tratar una herida de bala, dar respiración artificial o sanar cortaduras. Serán dictados a docentes, guardias de seguridad e incluso personal administrativo.
“Lo que no queremos es que la gente se quede escondida y muera desangrada, como vimos en Orlando y en otros lugares”, dijo Lawrence Zacarese, subdirector de la policía de la Universidad de Stony Brook University, que está coordinando los cursos de capacitación en todo el país. “Lo que queremos es que la gente en el lugar preste primeros auxilios hasta que llegue la policía o el personal médico”.
El martes en una sesión de entrenamiento, médicos y paramédicos usaron réplicas de cuerpos humanos para enseñar al personal de un distrito escolar de Long Island cómo tratar heridas con cualquier material a su alcance.
“Cada segundo es importante. Verdaderamente, unos minutos pueden significar la vida o la muerte”, dijo el doctor James Vosswinkel, director de trauma y cirugía de emergencia en la Universidad de Stony Brook, que dirigía el entrenamiento.
“Pongamos por ejemplo el incidente de ayer en la Universidad Estatal de Ohio, supongamos que hay alguien herido, sangrando, ¿qué pueden usar? ¿tienen lazos de zapato? ¿una corbata? ¿podrán atar un torniquete?”, indicó Vosswinkel.
Los instructores enfatizaron que en los instantes posteriores a un ataque lo importante es que los docentes mantengan la calma y comiencen rápidamente a evaluar las heridas. A los maestros se les enseñó cómo atar un torniquete en caso de que alguien haya resultado baleado en un brazo o una pierna, usando camisetas o cinturones. En caso de heridas en el torso, se debe llenar la herida con cualquier material disponible.
“No importa si son servilletas, hay que rellenar la herida”, explicó Vosswinkel. “Lo que queremos es que cualquier persona, aun si ella misma está herida, pueda salvar vidas usando técnicas de primeros auxilios”.
Sin embargo, advirtió que el personal no adiestrado no debe realizar tareas médicas más complejas, como tratar de extirpar una bala, lo que podría empeorar la hemorragia o generar una infección.