MOSCU (AP) — Unas 31.500 personas abandonaron las zonas rebeldes de Aleppo, en el norte de Siria, en la última semana, dijo el viernes la agencia de ayuda humanitaria de Naciones Unidas. Algunos habrían sido asesinados o detenidos al intentar entrar los vecindarios controlados por el gobierno, agregó.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés) explicó que la situación en el este de Aleppo, controlado por los rebeldes, se deterioró desde el 24 de noviembre, cuando fuerzas progubernamentales se hicieron con el control de algunas zonas.
En total, 26.500 personas huyeron al vecindario de Jibreen, en el este de Aleppo pero controlado por Damasco, y a la zona curda de Sheikh Maqsoud, apuntó la OCHA. Otras 5.000 están desplazadas en el interior de la ciudad, que en su día fue el corazón comercial del país.
Algunos hombres y niños que intentaron pasar al oeste de Aleppo, controlada por el gobierno, fueron detenidos, explicó el viernes Jens Laerke, portavoz del colectivo, citando reportes. Cuarenta y cinco personas fallecieron el martes en bombardeos en el barrio de Jub al-Quby, en el este de Aleppo, cuando intentaban pasar a la zona gubernamental, apuntó el ente.
Por otra parte, el ejército de Rusia, que apoya a las fuerzas del presidente Bashar Assad, criticó a la ONU por la demora en el reparto de ayuda humanitaria en las zonas de la ciudad tomadas recientemente por Damasco.
Los soldados rusos han sido la única fuente de alimentos, medicinas y otros suministros para los 90.000 residentes de los vecindarios de Aleppo reconquistados esta semana por el ejército de Siria, explicó el portavoz del Ministerio Ruso de Defensa, el general Igor Konashenkov.
Medios estatales sirios comenzaron a informar el viernes desde zonas recién recuperadas por el ejército en su ofensiva terrestre sobre el sitiado este de Aleppo. Las imágenes mostraron el realojo de civiles, obras de reparación en carreteras y retirada de escombros.
La televisora estatal al-Ikhabirya mostró además a cientos de desplazados sentados en las calles empapadas por la lluvia y a otros subiendo a autocares del gobierno para trasladarse a áreas reconquistadas.
Al-Ikhbariya emitió además entrevistas a personas que escaparon de la zona rebelde. Algunos acusaron a los insurgentes de disparar para evitar su marcha a territorio de Damasco.
Activistas y opositores acusaron al gobierno de bombardear a sirios desplazados que huyeron ante el avance del gobierno.