CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 5 (Agencias)
Los corruptos deben enfrentar castigos, no basta con incrementar la transparencia para combatirla.
Esa es la lección para los gobiernos que se desprende de un estudio que va a dar a conocer el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con base en un caso que analizó en el país.
México ocupa el lugar 95 de 168 del Índice de Percepción de la Corrupción 2015 y tiene una calificación de 35 de una escala de cien, según Transparencia Internacional.
El estudio se realizó en Querétaro en dónde expertos del BID hallaron que 90 por ciento de los permisos de construcción tienen al menos una irregularidad significativa, pero por la corrupción sólo 19 por ciento son rechazados.
De acuerdo con el investigador de la institución, Paul Lagunes, quien reveló en su blog detalles del informe titulado Monitorear la corrupción en México: el ojo atento y el látigo disuasivo, las medidas que incrementan la transparencia no son suficientes para controlarla o eliminarla.
El también profesor asistente de asuntos internacionales y públicos de la Universidad de Columbia, parte de la pregunta “¿cómo puede el riesgo de sufrir un castigo, cambiar el comportamiento de los empleados públicos corruptos?”.
Admite que la corrupción no es exclusiva de un país o grupo, pero afirma que es un problema extendido en América Latina a pesar de los avances recientes, más visibles cuando se trata de una autoridad de alto nivel.
Considera que otros pasan desapercibidos, porque lo protagonizan servidores de bajo rango y aceptan gratificaciones para dar permisos.