BEIRUT, Líbano, diciembre 6 (AP)
El gobierno sirio y su aliado Rusia hicieron el martes duras advertencias a los rebeldes en el asediado oriente de Aleppo y el canciller ruso dijo que los insurgentes serán erradicados si no dejan de combatir y abandonan la ciudad.
Damasco dijo rechazar todo cese del fuego en Aleppo que no incluya la salida de todos los rebeldes de la parte este de la ciudad y que no permitirá que los rebeldes usen una tregua para reorganizarse.
Las duras declaraciones se producen un día después que Rusia y China bloquearon un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que demandaba una tregua de siete días en Aleppo para evacuar a los enfermos y proveer ayuda humanitaria. Rusia, respaldo principal del gobierno sirio y que ayuda en la ofensiva contra la ciudad, ha bloqueado reiteradamente propuestas sobre Siria en el Consejo.
“Quienes se nieguen a dejar la ciudad en paz serán destruidos”, dijo el canciller ruso Serguei Lavrov, al referirse a los rebeldes. “No hay otra manera”.
En Damasco, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo en una declaración publicada por la agencia noticiosa estatal SANA que el gobierno no va a permitir a los rebeldes que “se reorganicen”.
La ofensiva del gobierno en el este de la ciudad ha matado a 341 civiles en el mismo período y ha desplazado a decenas de miles en la última semana, dijeron el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, y otros grupos activistas. Desde el martes pasado, unos ataques aéreos y terrestres demoledores han permitido a las fuerzas del presidente Bashar Assad recapturar más de la mitad del este de Aleppo.
Los residentes de esas áreas reportaron fuertes cañoneos y bombardeos por la madrugada.
“Un cohete cayó en el quinto piso del edificio donde estábamos, pero afortunadamente nadie fue herido”, dijo Judy al-Halaby, activista que se albergaba en el barrio de Mashhad.
Durante una conferencia de prensa en Moscú, Lavrov lamentó lo que calificó de intentos de Estados Unidos de conseguir una pausa en los combates en Aleppo para permitir que los rebeldes se rearmen y reabastezcan.
Previamente, el portavoz del presidente ruso Vladimir Putin dijo que el Kremlin lamenta la “más que modesta” reacción de la comunidad internacional tras el ataque con cohetes contra un hospital militar ruso en Aleppo el lunes en el que murieron dos enfermeras.
Los funcionarios rusos afirman que una potencia extranjera dio a los rebeldes las coordenadas del hospital, aunque no especificaron.