MANILA, Filipinas, diciembre 8 (AP)
Filipinas enfrenta una de las epidemias más graves de VIH del Pacífico asiático, alimentada por políticas oficiales que limitan la intervención, incluido el suministro de condones a hombres que tienen relaciones homosexuales, sostuvo el jueves un grupo promotor de los derechos humanos.
Human Rights Watch dijo en un informe que la incidencia de HIV entre los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres se ha decuplicado en los últimos cinco años, pero el gobierno no ha promovido medidas preventivas en ese sector de la población.
Dijo que la educación para prevenir el VIH en las escuelas filipinas es lamentablemente insuficiente, la venta comercial de condones no existe y las barreras a la obtención de condones y los análisis de VIH, sobre todo para los menores de 18 años a los que la ley exige que tengan autorización de los padres, contribuyen a agravar la epidemia.
Los problemas causados por las políticas del gobierno nacional y las autoridades locales se agravan con la resistencia de la Iglesia católica al uso de anticonceptivos. Más del 80 por ciento de los filipinos son católicos.
Peter Mosende, funcionario local del Programa de la ONU para VIH/sida, dijo que Filipinas tiene el índice más alto de nuevas infecciones con VIH del Pacífico asiático, y que los casos nuevos entre 2001 y 2015 han aumentado en un cien por ciento.
El Departamento de Salud registró 38.114 casos del virus de inmunodeficiencia humana entre enero de 1984 y octubre de 2016, menos del uno por ciento de una población de cien millones. Pero la tasa de aumento es alarmante, con 32.099 de esos casos registrados entre 2011 y 2016. Las autoridades calculan que habría 55 mil casos para el fin de 2016.
En los primeros 10 meses del año se registraron 7.756 casos nuevos. De un caso nuevo por día en 2008 se ha pasado a 26 infecciones nuevas por día en la actualidad.