Rogelio Rodríguez Mendoza.-
El grave problema de corrupción e impunidad en México se debe a la falta de incentivos para cumplir con la ley, afirmó Sergio López Ayllón.
Al participar en el ciclo de conferencias sobre transparencia y rendición de cuentas, organizado por el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Tamaulipas, (Itait), el Director General del Centro de Investigación y Docencia Económicas (Cide) explicó que lo anterior se debe a que vivimos en una sociedad instalada en la desconfianza.
“Hoy el problema de México es la corrupción y mientras no cambiemos la percepción de que a los corruptos no les pasa nada, difícilmente vamos a recuperar la confianza en la sociedad”, mencionó.
Explicó que ante ello urge revisar la calidad de las leyes y trabajar en mecanismos para cambiar esa percepción de la sociedad, de que a aquellos que violentan las disposiciones no les sucede nada.
También es necesario modificar la estructura de incentivos para que el ciudadano entienda y asuma que ante una infracción a la ley o las reglas habrá una consecuencia.
Ante un público conformado principalmente por profesionales del Derecho, servidores públicos y estudiantes, el investigador y sociólogo consideró prioritario invertir la pirámide del presupuesto de la justicia porque los mayores conflictos están en el fuero común y no en el federal.
Es ilógico, detalló, que mientras la justicia local atiende en promedio dos millones de litigios anualmente y la justicia federal conoce aproximadamente de un millón de amparos, aquella reciba menos de la mitad del presupuesto de ésta.
“Gastamos mucho más en la justicia federal que en la local a pesar de que la carga mayor está en los Estados. Por eso hay que invertir esa pirámide”, indicó.
Otro factor que abona a la desconfianza en las instituciones, es que las personas no saben a dónde acudir cuando enfrentan un problema legal.
“La gente no sabe a dónde ir para solucionar un problema de justicia, y cuando llega a los tribunales los procesos son largos, costosos y pocos flexibles, donde los jueces privilegian la forma sobre el fondo”, señaló.
Para complicar más la situación los tribunales no tienen recursos suficientes, por lo que trabajan en condiciones extremas y la consecuencia de ello es una mala calidad de la justicia.
López Ayllon consideró que gran parte del problema de inseguridad, corrupción e impunidad que vive el país se debe a que hemos querido resolver todo a base de reformas Constitucionales y de leyes generales en vez de buscar soluciones en lo local.
Recomendó que en vez de seguir queriendo resolver todo de arriba hacia abajo, deben priorizarse las soluciones locales, porque las leyes generales quieren aplicar un mismo método universal para todo el país, cuando cada entidad es diferente en su cultura y su problemática.
