CHARLESTON, South Carolina, EU., diciembre 10 (AP)
Los fiscales en el caso del hombre que mató a nueve personas negras mientras estudiaban la Biblia en una iglesia de Charleston están usando las propias palabras del atacante para mostrarlo como alguien racista y cruel durante su juicio, en el que buscan que se le aplique la pena capital.
Dylann Roof confesó al día siguiente del tiroteo ocurrido en junio del 2015. La confesión de dos horas, grabada en video, fue presentada como evidencia el viernes, junto con un diario a mano que hallaron en su carro.
“¿Cómo puede ser que el color de nuestras caras, piel y la estructura de nuestros cuerpos sean tan diferentes, pero nuestros cerebros sean exactamente iguales?”, escribió Roof en el diario, en uno de los pasajes menos ofensivos.
En el video, Roof se ríe varias veces y gesticula exageradamente como si tuviera un arma mientras describe la masacre. Quería dejar al menos una persona viva para que contara lo ocurrido, explica, quejándose que sus víctimas “complicaron las cosas” al esconderse bajo las mesas.
Dijo que pensó en balear narcotraficantes, pero admitió ellos podrían regresarle el fuego. En vez de eso -dijo Roof al FBI-, escogió la histórica Iglesia Episcopal Metodista Emanuel porque era poco probable que hubiera gente blanca en ese lugar y porque la gente allí probablemente sería dócil.
“Sabía que ese era un lugar para conseguir un pequeño grupo de negros en un solo lugar”, dijo Roof, antes de agregar: “Ellos están en la iglesia. No eran criminales o algo así”.
Roof preparó el tiroteo meticulosamente. Llevó ocho cargadores de 13 balas cada una, pero solo once estaban cargadas, así que podía disparar 88 veces. Ese es un número venerado por los supremacistas blancos, que significa “Heil Hitler” porque la H es la octava letra del abecedario.
En un momento dado, un agente le preguntó si había pensado en matar a más negros.
“Oh no, estaba cansado”, respondió Roof.