CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 10 (Agencias)
A diez años de la guerra contra el narcotráfico, la realidad es que las Fuerzas Armadas no pueden regresar a sus cuarteles porque las autoridades civiles no tienen la capacidad para enfrentar al crimen organizado. Con esa estrategia implementada al inicio del sexenio del presidente Felipe Calderón, los picos más altos de violaciones a los derechos humanos ocurrieron entre 2010 y 2012.
En entrevista Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señala que la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles debe tener un tiempo límite, pero mientras no haya policías bien capacitadas no se podrá.
En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, el ómbudsman nacional comenta que en México persisten la pobreza, la desigualdad, la exclusión, la intolerancia y la impunidad. Si bien hay avances con un marco normativo de gran calado, no se aplica, por lo que a la CNDH le preocupa que persistan la práctica de tortura, las desapariciones, las fosas clandestinas, desplazamientos forzados y un salario mínimo que no es suficiente.
Al analizar los primeros dos años de su gestión, el presidente de la CNDH advierte que hay voces que pretenden descalificar el trabajo del organismo que encabeza, con el único propósito de desviar la atención. Asegura que su trabajo y señalamientos han sido incómodos, pero seguirá en el camino para que la ley se cumpla.